El diario USA Today, uno de los periódicos con mayor circulación en Estados Unidos ― codeándose con el Wall Street Journal y el New York Times― ha publicado su lista de las mujeres del año, y entre las elegidas encontramos a un hombre: Rachel Levine, anteriormente conocido como Richard.
Las premiadas “son mujeres fuertes y resilientes que han sido campeonas del cambio en todo el país, liderando e inspirando mientras promueven y luchan por la igualdad, y brindan a otros un lugar para buscar ayuda y encontrar esperanza”, explican desde el medio estadounidense.
Sin embargo, llama la atención que, «entre esas mujeres fuertes», se encuentre un hombre: Rachel Levine. Levine, cuyo nombre de nacimiento es Richard, estuvo 25 años casado con una mujer, con la que tuvo dos hijos. En 2011, tomó la decisión de ‘convertirse’ en mujer, divorciándose de su mujer dos años después y pasando a llamarse Rachel. Poco después de llegar a la Casa Blanca, Joe Biden nombró a Levine subsecretario de Salud, convirtiéndose en el funcionario transgénero con más alto rango de Estados Unidos.
El nombramiento de Levine como una de las ‘Mujeres del Año’ se suma a la polémica generada por el ‘caso Lia Thomas’ del que se hizo eco La Gaceta de la Ibersofera este jueves. Un nadador mediocre que, hace un par de años, decidió que era una mujer y la semana pasada arrasó en una competición nacional femenina, dejando muy atrás, en segunda posición, a una medallista olímpica.
Este caso, junto con el de Levine, siendo nombrada una de las mujeres del año siendo un hombre, son una buena muestra del caos antropológico, moral y social que está sufriendo ―y dividiendo― Estados Unidos y, por ende, Occidente.
El resto de la lista de mujeres del año del USA Today son muestra del dominio que la cultura ‘woke’ está teniendo al otro lado del Atlántico.
Un ejemplo es Kamala Harris, vicepresidente del país, otra de las elegidas por “romper el techo de cristal para las mujeres de color”; o Melissa Borja, una mujer nombrada por haber dirigido un equipo de investigadores para “rastrear el racismo antiasiático” durante la pandemia; otras son activistas por los derechos de los indígenas, LGTB, por el clima; incluso una mujer que impulsó un programa de marihuana en su estado y, más importante, “luchó contra demandas y afirmaciones falsas” en relación a las elección de Joe Biden como presidente. Y, por supuesto, entre las premiadas se encuentran todas las etnias imaginables.
