«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
EL SISTEMA REPITE LA ESTRATEGIA CUATRO AÑOS DESPUÉS

Valérie Pécresse, una ‘Macron’ que guiña a la derecha para neutralizar a Zemmour

Valérie Pécresse, candidata de Los Republicanos a la presidencia de Francia. Reuters

No les voy a hacer ningún ‘spoiler’, porque esta película ya la hemos visto antes. Y varias veces. ¿Recuerdan las pasadas presidenciales francesas? El presidente anterior, François Hollande, récord en rechazo popular, había dejado el Partido Socialista hecho unos zorros, completamente volatilizado del panorama electoral, y la tradicional derecha gaullista no estaba tampoco para muchos trotes. Con lo que se abría la terrible posibilidad de que la ultraextremaderecha de Marine Le Pen y su (entonces) Frente Nacional se alzara con la victoria. Y no, Francia no estaba preparada para tal sobredosis de realidad.

Así que surgió casi por ensalmo un candidato como creado en un laboratorio de marketing político, un hombre de la Banca Rothschild que había cubierto un ministerio en un gabinete socialista sin militar en el partido, Emmanuel Macron. Y se presentó con todos los apoyos habidos y por haber y sin necesidad de partido, para qué cuando cuentas con todos los grandes medios de comunicación nacionales e internacionales, el compadreo de todas las cancillerías occidentales, la complicidad del gran empresariado, la banca y ‘la culture’. Era, en fin, la marca blanca, una ‘izquierda no ideológica’, que se presentaba esencialmente como el ‘no Le Pen’.

Ganó, y ha dejado Francia como un solar. Su impopularidad no llega a las simas de Hollande, pero es lo bastante significativa como para que el propio presidente insinúe que podría no presentarse siquiera a las próximas presidenciales. Y esto, justo cuando surge un candidato sorpresa, Éric Zemmour, a la derecha de la ultraderecha del, ahora, Agrupamiento Nacional y que le saca unas décimas a la candidata eterna, Marine Le Pen.

¿Qué se espera ahora en la película? Un segundo salvador de última hora, naturalmente; otro personaje aupado deprisa y corriendo por el sistema para impedir la victoria de la ‘derecha populista’. Solo que si en las anteriores presidenciales convenía un ‘moderado’ que guiñase hacia la izquierda, ahora es imperativo un candidato que tranquilice a la derecha. Esa es Valérie Pécresse

Esta vez no viene sin partido. Representa a Los Republicanos, el gaullismo de toda la vida reconstituido. Hace cosa de una semana, Pécresse, ex jefa de la región de Île-de-France, ganó las primarias del partido, y a la prensa (ver l’Express) le ha faltado tiempo para garantizar su victoria en la primera vuelta. El 20% de los electores, aseguran, la votarán.

Como en el caso de Macron con Le Pen, Pécresse se presenta como la antiZemmour, pero intentando desactivar el cabreo de los electores que aúpan al periodista y a su partido recién fundado, Reconquista, con algunas vagas referencias al orgullo de ser francés.

El propio Zemmour le tiene tomada la medida, como demostró en un mitin reciente en el que se refirió a la mujer que ha encontrado el sistema para neutralizarle: «Valérie Pécresse nos recuerda constantemente que su entrada en la política está íntimamente ligada a la persona de [Jacques] Chirac. Actuará como su mentor, prometerá todo y no cumplirá nada. Sí, creedla cuando asegura repetidamente ser la heredera de Chirac».

De consolidarse la posición de Pécresse, asistiremos a una curiosa elección, en la que los franceses pueden apoyar a la candidata sin creer en absoluto en ella y solo por no ser Le Pen o Zemmour, o a Zemmour por no ser un político del sistema.

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