Crece el entusiasmo con el gobernador de Florida, Ron DeSantis. El editor de The American Conservative, Rod Dreher, lo señala ya como el futuro del conservadurismo. En la conferencia conservadora NatCon3 se ganó su ovación “porque habló con franqueza, hablando de cosas que realmente ha hecho como gobernador de Florida para promover objetivos conservadores”. “Fue refrescante escuchar a un líder cuestionar el culto a los expertos”, señala el autor al juzgar el repaso crítico que hizo el gobernador sobre el tratamiento de la pandemia. En otro momento del discurso, Dreher admite que quiso ponerse en pie y aplaudir cuando el ponente explicó “cómo los conservadores tienen que superar su reflejo de ceder ante las grandes empresas”. Dirigiéndose a las Big Tech, DeSantis llegó a asegurar que “son de facto el brazo ejecutor de la ideología del Régimen”.
DeSantis ha sido noticia en los últimos días, después de que su estado enviara a 50 inmigrantes en un vuelo a gratuito hacia el lujoso destino de Martha’s Vineyard
En síntesis, con independencia de que se postule algún día a la Casa Blanca o no, Dreher concluye que DeSantis representa aquello a lo que debe aspirar todo el Partido Republicano: “Populismo de sentido común”; es decir, “defender a los pequeños contra las élites y las instituciones que dirigen, tanto públicas como privadas, y no solo defenderse retóricamente, sino con acciones legislativas y políticas”.
Tristan Justice propone en The Federalist otros diez destinos a los que se puede enviar a los inmigrantes ilegales que la izquierda pide acoger
El propio DeSantis ha sido noticia en los últimos días, después de que su estado enviara a 50 inmigrantes en un vuelo a gratuito hacia el lujoso destino de Martha’s Vineyard, en Massachusetts. “Los residentes de Martha’s Vineyard apoyan abrumadoramente la inmigración ilegal y piden más diversidad. El gobernador DeSantis tuvo la amabilidad de conceder sus deseos”, explicó su portavoz Christina Pushaw el jueves.
Con sentido del humor, Tristan Justice propone en The Federalist otros diez destinos a los que se puede enviar a los inmigrantes ilegales que la izquierda pide acoger, desde el parapeto de sus lujosos barrios, donde no tienen cabida. Entre otros, salen a relucir ideas como “la casa de Mark Zuckerberg”, “la casa de playa de Biden en Delaware”, o “Beverly Hills”.
El clima político americano sigue condicionado por las elecciones de medio mandato del próximo mes de noviembre. En este contexto, Victoria Marshall publica un extenso comentario en The Federalist en el que denuncia de qué manera planean las Big Tech manipular estos comicios, recordando que redes como Facebook, Twitter o TikTok tienen la capacidad de controlar “el flujo de información” que llega a los votantes, causando un gran impacto en los resultados electorales.
Los editores de National Review reconocen que el retroceso de Rusia también tiene sus peligros, porque eso podría desesperar más a Putin
Muchas de las grandes redes han anunciado, antes de la cita electoral, que implementarán sistemas de detección de noticias falsas que puedan condicionar el resultado, pero eso es precisamente lo que denuncia Marshall, acudiendo a varios ejemplos del pasado en los que la influencia de estas redes sirvió para censurar información que podría perjudicar a los demócratas.
Cambiando de tercio, los editores de National Review hacen un profundo análisis de la evolución de la guerra en Ucrania, concluyendo que la estrategia de los ucranianos ha resultado más inteligente y eficaz que la de los rusos. Y reconocen que el retroceso de Rusia también tiene sus peligros, porque eso podría desesperar más a Putin y hacer que se comporte de forma diferente a como lo haría un General prudente, que “ordenaría una retirada hasta detrás de una frontera que les resulte defendible”, “incluso aunque eso significara el abandono del terreno por el que ya habían luchado”, y “se prepararía para contraatacar a los ucranianos”.
Sin embargo, insisten los editores de National Review en que, con independencia de lo que haga Rusia, “Estados Unidos debe redoblar esfuerzos para apoyar al ejército ucraniano”, mientras que aconseja a Biden “dejar en claro a los tambaleantes europeos que no pueden permitir que un Kremlin debilitado, armado solo con toma de rehenes de energía y ruido de sables nucleares, los intimide para que se rindan”.
