La inflación sigue disminuyendo, pero todavía se mantiene demasiado elevada para lo que el Banco Central Europeo considera aceptable. El Consejo de Gobierno del BCE sigue teniendo como objetivo que la inflación vuelva a su objetivo del 2% a medio plazo. Con el fin de reforzar el camino hasta el objetivo fijado, el BCE decidió en su reunión del 14 de septiembre de 2023 aumentar los tres tipos de interés clave del BCE en 25 puntos básicos: esto es el tipo central —el mínimo de puja de las operaciones principales de financiación—, el tipo de interés de la facilidad marginal de crédito y el tipo de interés de la facilidad de depósito.
En su último boletín de información, correspondiente al mes de octubre, el Banco Central Europeo incide en que los tipos de interés clave del BCE han alcanzado niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial a la recuperación oportuna de la inflación. Las proyecciones macroeconómicas del organismo para septiembre de 2023 en la Eurozona muestran una inflación media del 5,6% en 2023, del 3,2% en 2024 y del 2,1% en 2025. Se trata de una revisión al alza para 2023 y 2024 y una revisión a la baja para 2025. La revisión al alza para 2023 y 2024 refleja principalmente una trayectoria más alta para los precios de la energía.
Las condiciones de financiación se han endurecido aún más y están reduciendo cada vez más la demanda, lo que es un factor importante para que la inflación vuelva a su objetivo. Por su parte, la inflación subyacente también ha empezado a disminuir según la mayoría de indicadores. El BCE ha revisado ligeramente la trayectoria prevista para la inflación, excluyendo la energía y los alimentos, hasta un promedio del 5,1% en 2023, el 2,9% en 2024 y el 2,2% en 2025.
El instituto emisor europeo también ha reducido significativamente sus proyecciones de crecimiento económico. Según los nuevos datos publicados en octubre, la economía de la zona del euro crecerá un 0,7% en 2023, un 1,0% en 2024 y un 1,5% en 2025.
Respecto a los datos de empleo, el mercado de trabajo se ha mantenido hasta ahora a flote en la Eurozona a pesar de la desaceleración de la economía. La tasa de desempleo se mantuvo en su mínimo histórico de 6,4% en julio. Mientras que el empleo creció un 0,2% en el segundo trimestre, aunque empieza a notarse una leve desaceleración. El sector servicios, que ha sido un importante motor del crecimiento del empleo desde mediados de 2022, también está creando menos puestos de trabajo en este segundo semestre de 2023.
La propia presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, expresaba este miércoles que el proceso de doblegar la inflación no ha acabado, e insistía en que esta volverá al objetivo del 2% a su debido tiempo. «No hemos terminado», ha resumido la jefa del instituto emisor europeo en una entrevista con el medio griego ‘Antenna TV’. En la misma, Lagarde ha reiterado el compromiso de la institución que preside con su control a medio plazo dado que la estabilidad de precios es una «misión» del BCE.
«Debemos monitorizar los precios y salarios, así como los beneficios y demás para determinar dónde residen los riegos», ha explicado. «Pero, por el momento, estoy segura de que estamos en el proceso de llevar la inflación de vuelta al 2%», ha asegurado.
Lagarde también se refirió en una comparecencia en Atenas a la situación en Oriente Medio, y explicó que no debe obviarse el impacto que la inestabilidad en la zona tiene sobre los precios energéticos, ya que esta región es una importante productora y zona de tránsito de petróleo. Esto, «directa o indirectamente», incide sobre la confianza general en la economía. Además recordaba que la volatilidad energética ya fue el «principal impulsor» de la inflación en 2022, con su consiguiente coste para la actividad y las familias, si bien, en aquel caso, el desencadenante fue la invasión rusa de Ucrania.