«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
La voracidad recaudatoria no cesa

Hacienda recaudó en enero y febrero más de 45.700 millones, un 6,2% más que en 2023

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Europa Press

La voracidad recaudatoria del Ministerio de Hacienda, dirigido por María Jesús Montero, no cesa. Está claro que el premio extraordinario que van a recibir los inspectores va a favorecer que el ritmo de recaudación siga creciendo. Es difícil saber cuál es el límite al que puede llegar.

La nula voluntad de Hacienda de adaptar a la inflación los tramos de cotización del IRPF hace que la cifra siga batiendo todos los registros históricos mes a mes.

La economía española decreció un 11,3% en 2020, para crecer un 5,5% en 2021, un 5,8% en el 2022 y un 2% en el 2023. Estamos —después de la pandemia— ligeramente por encima del PIB de 2019. En cambio, la recaudación de IRPF en febrero de 2019 fue de 5.315 millones y en el mes de febrero de 2024 se va hasta los 7.444 millones, lo que supone crecer un 42,8%.

En una economía que crece en términos reales un 2% no es en absoluto aceptable ni tolerable que la recaudación se dispare casi un 43%. Esto significa un ataque directo a la clase trabajadora y, en especial, a la clases medias y bajas, a las que están dejando sin liquidez y que llegan con enormes dificultades a fin de mes.

Pero este Estado que ha entrado en una deriva del gasto público que ha llegado a los 678.000 millones en 2023 y que sólo con pensiones, salarios públicos e intereses necesita 24.500 millones de euros (10.500 millones para pensiones, 6.000 millones para intereses de la deuda y 8.000 millones para salarios) tiene una necesidad de recaudar mes a mes cantidades muy superiores a las del año pasado para no entrar en un déficit que le lleve a ser reprendido por Bruselas.

Cada vez que cierran contablemente un mes y ven que la recaudación ha subido y de forma sustancial con respecto al año anterior necesitan saber que todavía se pueden pagar sus gastos, aunque sea a costa de un endeudamiento galopante.

El mes de febrero fue muy bueno para las arcas (y empresas) y muy malo para los ciudadanos. En febrero la recaudación del mes ha llegado a 26.979 millones con un incremento del 5,9%. Esta subida viene empujada por el incremento del 10,3% el IRPF que se va a 8.209 millones, que ayuda a que la recaudación por impuestos directos suba un 10,1%, mientras que los ingresos por indirectos crecen sólo un 4,4% (con una subida del IVA del 3,1% y un importe en febrero de 16.271 millones debido a la declaración trimestral de las pymes el 31 de enero).

Los ingresos por impuestos especiales viene motivadas por los incrementos sostenidos de la energía en lo que va de año. En los dos primeros meses del año las arcas del Ministerio se vieron llenadas con 45.715 millones, que supone un 6,2% más y que hace difícil entender como ha sido posible que en ese mismo período de tiempo hayamos tenido que endeudarnos en 29.000 millones de euros.

En impuestos directos, los ingresos han crecido un 8,9% gracias al crecimiento del IRPF y de los otros impuestos, y a pesar de que se han tenido que devolver 6.254 millones cobrados de más a las empresas. En impuestos indirectos llegamos a 26.098 millones, un 4,5% más que en 2023, donde el IVA sube un 4,0% y los especiales un 9,8%.

Nunca en la historia en los dos primeros meses del año la recaudación llegó a esta cifra y es necesario recordar que en 2019 se recaudaron 32.723 millones. Lo que nos indica que a pesar de que el PIB real sólo ha crecido un 2%, un Ministerio con la Agencia Tributaria bien engrasada puede hacer crecer la recaudación un 40%.

.
Fondo newsletter