Ana (nombre ficticio) dio el miércoles por la noche la voz de alarma. Los voluntarios de Nazaret Refugies, asociación que reparte cenas a indigentes encontraban en su ruta habitual a esta española de 26 años durmiendo al ras. Después de ella descubrían a otra veintena de mujeres aproximadamente y una decena hombres que hasta entonces se refugiaban en un albergue de Cruz Roja en la calle Santa Cruz de Tenerife, en Valencia. Ahora, muchas de estas personas, la mayoría de origen español, duermen en el circuito de Fórmula 1 de la ciudad, abandonado desde hace años. Otras lo hacen desperdigadas por toda la ciudad, también sin ningún tipo de cuidado.
El pasado 10 de febrero un indigente murió tras recibir varias pedradas bajo un puente en la capital valenciana. El asesino afirmó al ser detenido que «le molestaba». El problema de las personas sin hogar cada vez es más preocupante en la ciudad. Durante los años de gobierno de PSOE y Compromís pasó de tener 300 a 4.000 mendigos. Una situación difícil de controlar por la falta de medios y de vigilancia en muchos de los espacios donde pernoctan. En la Comunidad Valenciana es habitual que algunos albergues para indigentes abran los meses más fríos del año y después cierren de primavera hasta otoño.
Pese a los esfuerzos de los voluntarios, fue imposible buscar una solución de habitabilidad para una treintena de personas en una misma noche. Siguen durmiendo a la intemperie y no saben cuándo podrán encontrar otro lugar en el que pernoctar y cenar, como hacían en este centro de Cruz Roja. Algunos de los mendigos explicaron a Nazaret Refugies que el refugio podría volver a abrir sus puertas a mediados de marzo, pero desconocen si se producirá la reapertura y el motivo del cierre.
La razón no parece que sea económica, ya que la supuesta organización humanitaria batió en 2023 su récord de subvenciones. La propia Cruz Roja publicaba sus cuentas el pasado año demostrando que sus ingresos crecieron más de un 37% en 2023. En 2022 la entidad disfrutó de un presupuesto de 770.451.513 euros. El pasado año fue de 1.060.718.891 euros.
Sólo en subvenciones del Gobierno percibió más de 600 millones de euros, como reconoce la propia Cruz Roja en otro cuadro en el que detalla de manera más minuciosa el origen de sus retribuciones. El BOE también publicaba en enero la resolución de esta subvención, que ya se había acordado a mitad del pasado ejercicio.
La noticia sobre el cierre del albergue es todavía más llamativa si tenemos en cuenta que Cruz Roja decidió ampliar en 4.000 las plazas de acogida a inmigrantes ilegales a finales del año pasado. También colabora en la organización de los traslados de los inmigrantes ilegales a la Península, aunque la derivación depende de la Secretaría del Estado de Migraciones del Ministerio de Inclusión.
Nazaret Refugies ya ha conseguido soluciones de habitabilidad para algunos de los ‘sintecho’ abandonados por Cruz Roja. Preocupa especialmente la situación de algunas mujeres en estado especialmente vulnerable. Desde la organización también han alertado al Ayuntamiento para tratar de buscar cuanto antes una salida para todas las personas que necesitan lugares a cubierto para dormir.
