«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Arte Moderno

Primera noticia de El País. Primera noticia del que presume de ‘diario de referencia’ español. ‘PP y PSOE se ven desbordados por la polémica de la censura’.

En serio, ¿nos están tomando el pelo? ¿Tan aislados de la realidad, tan en su pequeño mundo de papel están políticos y periodistas para que eso sea, no solo noticia, sino la primera noticia?
¿Les ‘desborda’ a los políticos de los dos principales partidos que una feria -ya saben, un escaparate para vender cosas- retire una obra, cuando tiene que estar diciendo «no» a miles?
Podría hartarme, llenar varios ‘trasgos’ de ejemplos de obras ‘censuradas’, si por censura entendemos eso, rechazar una obra por su contenido ideológico. Cualquier lector puede imaginar incontables ‘obras de arte’ que jamás verían la luz por bien que estuvieran ejecutadas si reflejaran visiones contrarias al pensamiento dominante.
¿Intentan convencernos de que ‘Presos políticos’ es lo más audaz y transgresor que se vende en arte, cuando es una ‘rebeldía’ tan previsible y convencional que solo puede inspirar bostezos?
Pero el arte moderno ofrece a las autoridades de ARCO una solución que no solo les haría salir airosos de esta estúpida y falseada crisis sino que les convertiría en la más innovadora feria del mercado: anunciar que la retirada de la obra fue, en sí misma, una obra de arte conceptual, una ‘performance’ para concienciar al espectador sobre el triste sino de los artistas malditos.
¿Por qué no? Si dibujar un bigote a la Mona Lisa es arte, si aullar durante media hora en medio de una sala es arte, si una bombilla que se apaga y se enciende es arte, ¿por qué no va a serlo retirar un ‘collage’?
Ha muerto Forges, que para mí es más un testigo que un humorista, un rasgo fijo de mi particular modernidad, una referencia que me retrotrae al último franquismo y a las confusas esperanzas y temores de la Transición, y su muerte me hace pensar en la mía, en la de todos y todo. Y, naturalmente, en cómo hemos cambiado.
En la de mi profesión también, naturalmente. Y es que a veces escribir el ‘trasgo’ se me antoja redactar el informe interminable de una autopsia, la de la prensa de papel, que quise tanto.
En portada de ABC, cientos de pensionistas manifestándose ante el Congreso. ‘La rebelión de los pensionistas’, titulan. Entre ellos están, quizá, los últimos lectores del propio diario, decididos, por ese hábito de aferrarse a los hábitos que desarrollamos en la edad madura, a ignorar que las noticias vienen ya por otro lado.
De repente, los viejos importan. Incluso a Podemos, que ayer suspiraba por quitarles el voto como medida más misericordiosa para que no siguiera ganando el PP. Son primera noticia también de El Mundo: ‘El malestar de los pensionistas contra el Gobierno toma la calle’.
Pero no es la foto, que se dedica a la autopromoción: los Reyes con miembros de la dirección del grupo editor del diario en ARCO. Vender, vender, vender.
La Razón saca una viñeta para llorar la muerte de Forges. Titular principal, sobre el asunto que tanto fuera y tanto nos aburre ya a todos: ‘Puigdemont dinamita la negociación con ERC por el control del Govern’.

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