«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Está todo en el guion

El País abre hoy con un patético ‘Aylan lite’, es decir, una foto de mucha pena destinada directamente a manipular.

Aclaro: no todas las fotos en prensa que inspiren compasión son de este tipo. Una imagen de esta naturaleza bien puede ser la ilustración más apta para una noticia relevante. El tipo al que nos referimos, en cambio, se caracteriza por ser anecdótica y con una relación muy tenue o inexistente con la información, y tiene por única razón de ser provocar en el lector una respuesta emocional a favor de la tesis que el medio defiende.

En el caso que nos ocupa, se trata de una mujer, María Eugenia Zamora, indígena o mestiza, en un cuarto que es una leonera, a la que se abraza un niño, presumiblemente su hijo, y que mira con silente desesperación.

Uno tarda en entender qué pinta esa foto en el codiciado espacio de la primera de El País. El encabezamiento del pie de foto reza: ‘Bajo mínimos vitales en México’. Y sigue sin explicarse. Cualquier fotógrafo que valga su sal puede hacer fotos mil veces más patéticas en mil lugares de la tierra, desde Bangladesh a Guatemala.

El pie de de foto desgrana la triste suerte de la protagonista, y todo sigue siendo oscuro hasta la última frase: «Su (de su sueldo) aumento está en la mesa de negociación con EEUU y Canadá».

Ahora todo cuadra: El País tiene un enorme interés en que Trump se olvide de su promesa de sacar a su país del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica porque los grupos financieros propietarios de Prisa, conmovidos, desean fervientemente que María Eugenia tenga un mejor sueldo. Verosímil, ¿no les parece?

De hecho, el titular que abre su primera no tiene nada que ver con María Eugenia. Cuenta que ‘Colau está dispuesta a ceder locales para el referéndum’, que nos toca más de cerca pero que tampoco me parece, exactamente, una noticia, al menos en el sentido de una novedad.

En ABC, sobre un fondo rojo sangre arterial, Pedro Sánchez en el atril en un gesto de «qué le vamos a hacer». Y el titular tampoco se nos antoja noticia: ‘Rajoy, «abierto» a la propuesta de Sánchez para revisar el modelo territorial’.

Si algo no se le puede reprochar a Rajoy es tener una mente cerrada. De hecho, la tiene siempre tan abierta que dudamos de que no se le hayan escapado ya todos los pensamientos propios, si un día los tuvo.

La relación entre el PSOE y el PP es en todo idéntica a la de una de esas viejas comedias de Hollywood en las que el chico y la chica fingen llevarse a matar cuando en realidad están locamente enamorados y todo va a acabar bien. El destino del PP es rendirse siempre, no importa cuántos escaños tenga. Está, como en el cuento del escorpión y la rana, en su naturaleza.

En El Mundo, ‘El Govern dice estar listo para quedarse con los impuestos del Estado’. Luego voy yo, atraco un banco de nada y me paso media vida en la cárcel. Espero que aprendan la diferencia entre «estar listo» y «pasarse de listo». Y pronto.

Debajo, ‘Sánchez y Rajoy dialogan para constituir una comisión sobre Cataluña en el Congreso’. ¡Sí, una comisión, cómo no se me había ocurrido antes! ¿Qué modo hay más rápido y eficaz de dar solución a un problema que montar una comisión? Bueno, sí, quizá un observatorio sea aún más fulminante.

En La Razón, ‘Puigdemont firmará el 1-O en un consejo exprés en el Parlament’. Raro que hagan de algo tan poco noticioso a estar alturas la noticia de apertura, mientras que reducen a tema menor esta otra: ‘Rajoy acepta la comisión sobre Cataluña que propone Sánchez’. ¿Se les ocurre por qué pueda ser?

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