«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
el mismo número de cierres que se registró en 2022

Crisis en la ganadería lechera de Asturias: a finales de año habrán cerrado otras 100 explotaciones

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Una vaca en una granja. Europa Press

La ganadería de leche en Asturias ha encendido todas las alarmas. A través de Ramón Artime, presidente de ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), ha advertido de que este año vuelve a ser negativo para el sector y apunta al cierre de otro centenar de explotaciones agrícolas, el mismo número de cierres que se registró en 2022. Así se lo ha trasladado al nuevo consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, al tiempo que ha reclamado ayudas al Gobierno de Asturias por la rebaja de los precios en el litro de leche y el encarecimiento de los costes de explotación. 

La Sociedad Asturiana de Estudios Económicos Industriales (SADEI) registra que las ganaderías han recibido un 30% más por litro de leche —a fecha de junio— que el año pasado en el mismo período. Esto, que podía significar un hecho positivo al tiempo que un alivio para el sector, no lo es tanto ya que las organizaciones agrarias ASAJA y URA han advertido de una tendencia a la rebaja de precios en el litro de leche que se empezó a registrar desde la primavera y se ha acrecentado en verano. Según estas organizaciones, en diciembre de 2022, el litro se pagaba a 61 céntimos a los ganaderos que trabajan con Central Lechera Asturiana —la mayoritaria en el Principado—; en julio de este año a 54 céntimos; en agosto, a 51 céntimos y en septiembre la previsión es que se haya bajado tres céntimos más por litro, hasta los 48.

El problema es que las facturas siguen igual o más altas cada mes, tanto por electricidad como por los gastos de manutención de las vacas lecheras, en especial el maíz, tan necesario para la alimentación del ganado; y la previsión es que sigan al alza por causa de la sequía, que afectará a la cosecha y encarecerá nuevamente los precios del forraje y los piensos. Eso sin contar con los costes de los combustibles, repuntando sin descanso desde hace meses.

En este punto es cuando las asociaciones agrícolas y ganaderas han dado la voz de alarma y así se lo han hecho saber al Gobierno de Asturias para tratar de paliar una situación en la que se aventura toda una cadena de cierres de explotaciones. «El cierre de ganaderías es brutal y a este paso van a ir muchas vacas al matadero», han sentenciado muy gráficamente desde URA (Unión Rural Asturiana).

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