El PP es abiertamente defensor de la Agenda 2030. Durante años en Génova han sido partidarios de la aprobación de estos postulados ideológicos de la ONU a todos los niveles. Tanto en las instituciones europeas, con un fervoroso González Pons al frente, como desde el Gobierno de España —García-Margallo fue su principal valedor—, el PP ha promovido estas políticas medioambientales.
La obsesión de la bancada popular ha llegado a la Asamblea de Madrid. Pese a los tibios comentarios de Isabel Díaz Ayuso sobre la Agenda 2030, este jueves su consejero de Medio ambiente, Agricultura e Interior ha salido en defensa del fanatismo climático de la ONU. Concretamente, Carlos Novillo se ha dirigido a los diputados de VOX: «Déjeme que les aclare esa postura que ustedes creen contradictoria», ha comenzado.
«El Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030, yo las equiparo con la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y yo creo que usted no puede estar en contra de ella, ¿no?». Una comparación que rápidamente ha sido difundida en redes sociales. Para el Gobierno de Ayuso, el derecho a la vida es igual de importante que la neutralidad climática. «Ojalá lo fuera», han llegado a plantear algunos twitteros.
En esa misma línea, el consejero ha explicado que «sus objetivos son muy loables y lo que tenemos que ver es la aplicación posterior que realizan de ese Pacto Verde y esa Agenda 2030». Muchos de los objetivos de ese pacto politizado pasan por la promoción del aborto, la educación sexual en las aulas o la obligatoriedad de políticas de sensibilización climática.
No es, sin embargo, la primera vez que el Partido Popular defiende las mieles de esta agenda. El exministro y eurodiputado José Manuel García-Margallo ya salió en defensa de la Agenda 2030 al compararla con «el Evangelio», al tiempo que denunció que «España no puede ser el único país que niegue la Agenda 2030».
Un apoyo que en las últimas elecciones generales se formalizó en el programa electoral del PP. En su punto 341, Génova priorizaba el impulso del «cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y las prioridades de la Agenda 2030 en nuestra política de cooperación». Un nuevo rumbo de los populares que se vio reforzado con los fichajes de Luis Garicano y la vuelta a la primera línea de Esteban González Pons, ambos muy preocupados por «la emergencia climática».
