«Impulsaremos el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y las prioridades de la Agenda 2030 en nuestra política de cooperación». Este es el punto 341 del programa del Partido Popular de cara a las elecciones generales del próximo domingo.
La agenda globalista persigue con eufemismos la liquidación de la soberanía de las naciones y el ataque a la familia, a la vida y las raíces de Occidente. En este sentido, impone el «fanatismo climático», la ideología de género y alienta las avalanchas migratorias con el perjuicio inexorable a la prosperidad de las familias, al sector primario, a la industria, etc.
El eurodiputado del PP y exministro José Manuel García-Margallo volvió la pasada semana a salir en defensa de dicha agenda, a la que anteriormente ya se había referido como «el evangelio«. «Estaremos de acuerdo esas fuerzas centrales (PP y PSOE) en que España no puede ser el único país que niegue la Agenda 2030 (…), no podemos renunciar al acuerdo climático de París porque creemos en ese tema», agregó.
VOX sí se compromete a suprimir «todas las oficinas de implantación de la Agenda 2030», y a auditar y eliminar «todo el gasto público relacionado con los ODS y la Agenda 2030». «Eliminaremos cualquier tipo de ayuda destinada a la implementación de la Agenda 2030 o la financiación de movimientos de ideología de género o indigenistas en la Iberosfera», recoge la formación liderada por Santiago Abascal en su programa electoral.