La «confusión» de la vicepresidente Yolanda Díaz al anunciar el martes que, de reeditarse el pacto de Gobierno con Pedro Sánchez, una de las grandes medidas del próximo Ejecutivo implicaría poner punto final a los vuelos cortos en España, ha provocado una baja de 2,6% del valor bursátil de Aena.
En concreto la líder de Sumar ha dicho en su intervención pública que, con miras a atender el «cambio climático», «han de acabarse los vuelos cortos de menos de dos horas y media cuando no haya alternativa al tren», señalando además que este último es el «transporte del siglo XXI».
Sin embargo, lo que realmente dice el documento cerrado entre su formación y el PSOE es que «(…) tal y como han hecho otros países de nuestro entorno, impulsaremos la reducción de los vuelos domésticos en aquellas rutas en las que exista una alternativa ferroviaria con una duración menor de 2 horas y media, salvo en casos de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales».
Por lo pronto, el operador ha experimentado una pérdida cifrada en torno a 615 millones de euros al final de la sesión de la Bolsa. Antes del anuncio de Díaz, y de acuerdo a información de Vozpópuli, el dueño de los aeropuertos españoles mantenía plena estabilidad en sus valores de cotización.
Actualmente un 51% del paquete accionario de Aena es propiedad del Estado, a través de Enaire. Otros socios de la misma son BlackRock, The Children’s Investment Fund (TCI) y Veritas.