A falta de una ley de pandemias, tan deseada por el PP desde los años de Pablo Casado hasta la actual cúpula de Feijoo, la mayoría de comunidades autónomas presididas por el PP han apostado por recuperar las mascarillas en centros sanitarios y colegios. Ante los catarros propios del invierno, Génova pretende recuperar la obligatoriedad de las mascarillas, aunque por el momento sólo recurran a la «animada recomendación».
Así lo ha hecho la Consejería de Educación de Cantabria, liderada por el popular Sergio Silva, al enviar una circular a todos los centros educativos recomendando el uso de mascarilla a alumnos y personal que presenten síntomas catarrales. Lo ha hecho por «prudencia y prevención y con el ánimo de minimizar los contagios». Los contagios de los catarros invernales.
Madrid, bastión del PP, tampoco se queda atrás. Fuentes de la Consejería de Sanidad que dirige Fátima Matute han indicado que, aunque no fijarán su uso obligatorio, pretenden redoblar la prevención, principalmente en las relaciones sociales. Matute, así, ha abogado por la vacunación como punto principal de la prevención frente al catarro.
Un paso más ha ido la Comunidad Valenciana, dirigida por Carlos Mazón. Aunque el presidente de la Generalidad ha querido fomentar la vacunación —«A partir del lunes, quien no se haya vacunado no tiene que pedir cita previa y pedir que por favor acudan, que busquen un rato para vacunarse»—, su Ejecutivo ha aprobado la obligatoriedad del uso de mascarillas en los centros sanitarios y sociosanitarios. Una orden aprobada por Marciano Gómez, consejero del PP y amigo del expresidente Zaplana.
Aragón también se ha sumado a la obligatoriedad de la mascarilla. El consejero del PP José Luis Bancalero firmó el pasado viernes una instrucción para hacer obligatorio el uso de la mascarilla entre los profesionales que prestan atención directa a los usuarios en centros sanitarios y sociosanitarios, y «altamente recomendable» para el resto de los trabajadores y el conjunto de los ciudadanos. Bancalero, de hecho, ha manifestado que «la actual ministra lleva ya cinco plenos convocados y sigue sin querer abordar esta necesidad urgente».
Parecido es también el caso de Murcia. Desde el pasado sábado es obligatorio el uso de la mascarilla en los centros sanitarios públicos como hospitales, centros de salud, servicios de urgencias de atención primaria y consultorios de la Región. Precisamente el consejero de Salud elegido por el PP, Juan José Pedreño, ha asegurado que con esta imposición quiere «proteger a todos los pacientes».
