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el pakistaní prestó 25.000 euros a las hermanas

El triple asesino de Morata de Tajuña era un islamista radical que vivía de okupa

Tres agentes de la Guardia Civil en el acuartelamiento de Rivas Vaciamadrid donde se encuentra el pakistaní acusado de asesinato. Europa Press.

A finales de 2022 Dilawar Hussain, el pakistaní que ha acabado con la vida de tres hermanos en la localidad madrileña de Morata de Tajuña, escribió en sus redes sociales: «En el nombre de Alá, que es el más bondadoso y el más piadoso». En el nombre de Alá ha asesinado a tres hermanas que le debían 60.000 euros, meses después de okupar su casa y herir a dos de ellas a martillazos.

El crimen se remonta a una gran estafa virtual: dos hermanas de Morata mantuvieron durante años una relación sentimental ficticia a través de Facebook con unos estafadores. Bajo la apariencia de Artis Pabriks, exministro letón, y Wesley Clark, general del Ejército de Estados Unidos, los timadores aseguraron a las hermanas una fortuna.

Siete años de conversaciones amorosas que cambiaron con un giro de guion: uno de los supuestos novios falleció dejando a las hermanas como beneficiarias de una herencia millonaria. Para poder acceder a los millones de dólares, sin embargo, ellas debían adelantar parte de dinero. El entorno de las hermanas advirtieron de la estafa, pero Ángeles y Amelia se deshicieron de numerosos bienes y hasta llegaron a vender un piso en Madrid.

En este punto entra el homicida Dilawar Hussain, propietario de un locutorio en Arganda del Rey. En su local ofrecía servicios para enviar dinero a terceros países. Así, a finales de 2022, y tras meses de relación entre el autónomo y las hermana, Hussain prestó 25.000 euros, que ellas prometieron duplicar tras recibir la herencia millonaria. Ni ellas ni el asesino recuperaron nunca el dinero. Entonces Dilawar okupó la casa de las hermanas septuagenarias, que convivían en Morata de Tajuña junto a un hermano con diversidad funcional.

En la vivienda de las hermanas vivió tres meses, y el barrio empezó a conocerle como «El Negro». Adicto al cannabis, protagonizó continuados episodios de violencia, llevando a arrancar un pendiente de cuajo a una de las hermanas e hiriendo gravemente a otra con un martillo. Los vecinos alertaron a la Policía Nacional de los gritos de dolor, ante el silencio de las hermanas. Pese a provocar la detención de Dilawar en febrero de 2023 y una condena de dos años de prisión, en septiembre de ese mismo año quedó libre con el único impedimento de una orden de alejamiento.

La pasada semana Dilawar volvió al domicilio de las hermanas, acompañado esta vez de un cómplice pakistaní. Su amigo, encubridor del triple asesinato, ayudó a Hussain a acabar con la vida de las hermanas, y juntos trataron de incinerar los cadáveres. Fueron los vecinos quienes llamaron a la Policía tras desconocer su paradero durante más de un mes.

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