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LA AUDIENCIA NACIONAL SEÑALA SU «EXTREMA PELIGROSIDAD»

El yihadista de Algeciras dijo a la Policía que «tenía que matar a todos los sacerdotes que se encontraban en la iglesia»

Ataque yihadista en Algeciras. Europa Press

El juez de la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea, ha decidido seguir investigando por terrorismo yihadista a Yassine Kanjaa, el inmigrante marroquí autor del ataque terrorista que acabó con la vida del sacristán Diego Valencia en Algeciras (Cádiz). Así se dirime tras la última evaluación psiquiátrica forense, donde se señala la «extrema peligrosidad» del yihadista, que amenaza con «quitar de en medio» a los «enemigos del Islam».

En el último auto, se destaca cómo no sólo no existe ningún tipo de signo de «compasión, arrepentimiento o empatía» con sus víctimas, sino que ha sido capaz de justificar ante el juez que las personas atacadas el pasado 25 de enero eran «merecedoras» de lo que les había sucedido por estar relacionadas con «Satán».

Asimismo, el resto de magistrados señalan que existe un claro riesgo de fuga y reiteración delictiva en el investigado a tenor de la última declaración que prestó ante el juez, donde también justificó el atentado afirmando que «Alá» le ha encomendado una misión que debe cumplir y confesó su propósito de «continuar llevando a cabo sus acciones con conductas similares».

Se sentía un «elegido» de Alá y cambió sus hábitos

Yassine Kanjaa se encuentra internado en un centro psiquiátrico penitenciario de Sevilla debido a que tiene aún que pasar por sucesivas evaluaciones psicológicas. No obstante, tanto la Sala de la Audiencia Nacional como la Fiscalía coinciden en la «extrema peligrosidad» del yihadista, «incompatible con la vida en libertad».

Desde la Audiencia Nacional se descarta rotundamente cualquier otra medida alternativa a la prisión preventiva, ya que nada podría «impedirle llevar a cabo el propósito homicida confesado», según consta en la información consultada este medio. 

Tanto las declaraciones mantenidas ante la Policía Nacional como las confesiones realizadas ante el juez, han sido, según la Audiencia Nacional, una versión «coherente dentro del propósito homicida confesado y su interpretación radical del islam, que le lleva a entender que su misión es eliminar físicamente a quienes considera enemigos».

Kanjaa aseguró ante los agentes de la Policía Nacional que se sentía «un elegido» de Alá y que el asesinato del sacristán le abrió «las puertas del paraíso». También afirmó: «Hay que corregir al cristianismo, quitando las cruces de las iglesias y hay que convertirlas en mezquitas», según recoge La Razón. «Tenía que matar a todos los sacerdotes que se encontraban en la iglesia», añadió.

Un compañero de piso de Kanjaa y otro joven cercano al yihadista señalaron ante el juez los «cambios de hábitos» del yihadista. «Bebía alcohol y fumaba hachís hasta que llegó un día en el que todo cambio y comenzó a escuchar de manera asidua el Corán a través de audios desde su teléfono móvil», asegura el informe policial en base a declaraciones de las personas más cercanas al yihadista.

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