El bloque de calidad democrática del debate a cinco ha acabado convertido en un enfrentamiento sobre la memoria histórica entre el candidato de Vox, Santiago Abascal, y los de Podemos y PSOE, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, en el que este último ha defendido que «la memoria no es abrir heridas, es cerrarlas».
El bloque más largo, de 26 minutos, ha comenzado centrado en el bloqueo político y la falta de acuerdo entre los partidos para gobernar, pero ha terminado derivando en un rifirrafe sobre la memoria histórica en el que ha terciado el líder de Cs, Albert Rivera, para pedir «volver al siglo XXI».
El candidato del PP, Pablo Casado, que no ha entrado en ese debate, ha arrancado la parte dedicada a la calidad democrática preguntando varias veces y sin éxito a Sánchez si pretende pactar con los partidos independentistas.
«El verdadero peligro para la democracia española es usted», le ha dicho el líder del PP al presidente en funciones tras reprocharle que «lleva tres años bloqueando la formación de gobierno».
Iglesias también le ha instado a aclarar si llegará a acuerdos con Unidas Podemos. «Hay que ser decente y decir con quién quiere gobernar cada uno», le ha dicho para reiterar que, a pesar de las diferencias entre ambos, quiere gobernar con el PSOE.
Sánchez ha insistido entonces en su propuesta de que gobierne el partido más votado y, al ver que no contestaba a su pregunta, Casado le ha vuelto a inquirir: «¿Va a pactar con los independentistas, sí o no?».
«Quien calla, otorga, señor Sánchez», le ha reprochado entonces Rivera, a lo que el líder socialista ha dado «simplemente una respuesta», achacando a los candidatos de Cs y PP la repetición electoral porque «votaron en contra de un gobierno socialista».
Sánchez ha hecho entonces un anuncio que ha cambiado el rumbo del debate. Si gobierna, ha dicho, modificará la ley para disolver la Fundación Francisco Franco «y todas las organizaciones que se empeñen en sembrar el odio y defender la dictadura franquista».
«La democracia española tiene que ser de perdón, pero no de olvido», ha dicho Sánchez y ha entrado entonces el líder de Vox, Santiago Abascal, para criticar su política de memoria histórica y pedirle poder «reivindicar» a su «abuelo Manuel», que fue movilizado a los 18 años para «luchar con el bando nacional» en la guerra civil.
En ese momento ha comenzado un rifirrafe entre Abascal y Sánchez, al que se ha sumado Iglesias cuando el líder de Vox ha insistido en que él era, de los presentes, «el único que se ha jugado la vida en el País Vasco» mientras el líder de Podemos estaba «en una herriko taberna» y el del PSOE jugaba al baloncesto.
«La dignidad, la justicia, la reparación y la memoria, eso no es abrir heridas, es cerrarlas y hay que dignificar la memoria de las víctimas del franquismo», le ha contestado Sánchez, a lo que Abascal le ha interrumpido acusándole de «sacar la chistera el conejo del enfrentamiento».
«La Constitución no es un ladrillo que arrojar al adversario, es un programa político que ojalá se leyeran ustedes», ha dicho Iglesias a Abascal, momento en que ha entrado Rivera al debate para echarle en cara al líder de Vox llevar el debate «al siglo pasado».