España sufre los graves efectos de la sequía y una batalla entre quieres consideran que se debe legislar para que llegue agua a todos los rincones del país —mediante trasvases o interconexión de cuencas— y quienes abogar por destruir presas e infraestructuras hídricas en virtud del «ecologismo» impuesto por las élites de Bruselas y su Agenda 2030.
Un ejemplo paradigmático de la política hidrológica que se ha llevado a cabo en España en las últimas décadas es la presa de Rules, en Granada. Conocida como la piscina «inútil», se terminó de construir hace 20 años para llevar agua a más de una decena de poblaciones de la Costa Tropical nazarí y a 19.000 hectáreas de regadío de ese entorno (en los que se cultivan aguacates, mangos, nísperos, etc) y todavía no cuenta con los kilómetros de tubería necesarios para llevar agua a los rincones para los que se planificó.
Son imprescindibles 190 kilómetros de conducciones para poder llevar agua donde se necesita… y en la actualidad sólo hay cinco (que están sin uso), según recogió El País. Desde la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalfeo, que reiteran la importancia de la agricultura para la comarca y para toda la provincia de Granada, afirman que llega agua a algunos regadíos, «pero por las mismas canalizaciones que lo hacía a mediados del siglo pasado» y con altos costes. «El trazado antiguo lleva agua a entre 10.000 y 12.000 hectáreas de las 16.500 que deberían regarse. Nosotros queremos que sean 19.000, que es para lo que se planificó la presa», afirman a El País, mientras el embalse se utiliza hoy para actividades acuáticas. En mayo la Junta (PP) y el Gobierno central (PSOE-Podemos) ratificaron un acuerdo para impulsar en otoño las obras (dos décadas después del fin de la construcción), pero los regantes no se lo terminan de creer.
El Plan Nacional del Agua que quiere VOX
En su programa electoral para las elecciones del próximo 23 de julio, VOX afirma que en España hay agua para todos y sostiene que «frente a la insolidaridad y el ecologismo radical» del PSOE es necesaria «una planificación adecuada y una gestión correcta para establecer mecanismos de reparto óptimos del agua y la adopción de medidas contra la sequía».
Así, aboga por aprobar un Plan Nacional del Agua —bajo los principios de solidaridad y bien común— que garantice que sea «un recurso accesible» a todos los españoles en cada región (…) «con la interconexión de todas las cuencas» y promete acabar «con la destrucción de presas y embalses» de las últimas décadas. «Facilitaremos la inversión en las infraestructuras hidráulicas necesarias para almacenar y llevar agua en abundancia a todos los rincones de España, y protegeremos las ya existentes. La gestión del agua siempre debe abordarse desde una concepción nacional, porque es un recurso de todos los españoles», recoge el programa de la formación liderada por Santiago Abascal.
