«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

'Lo que hay que reconstruir no es un partido, sino la derecha social'

El periodista y escritor reivindica a «toda esa gente que en España, desde hace años, carece de partido propio por la traición del PP de Rajoy y el asedio brutal de la mayoría mediática».

El periodista José Javier Esparza ha abordado la crisis del centro derecha español en una conferencia impartida en el Club de Amigos de Intereconomía, donde ha manifestado que esta deriva «no es sólo producto del interés o de la duplicidad de un sanedrín asentado en las cúpulas de Génova y La Moncloa, sino que obedece a causas objetivas que precisan una respuesta».
Para el también escritor, una de esas causas es, «sin duda», la completa victoria de la izquierda «en el terreno de las ideas, de la legitimidad social, por la deserción de la derecha en este campo». «Si alguien desea invertir las cosas -añade-, tendrá que empezar necesariamente por reconquistar el campo de la opinión».
Pero, además, afirma Esparza que «habría que preguntarse si el modelo político que la derecha social ha venido defendiendo como propio es verdaderamente el que le corresponde».
Y expone dos ejemplos. Por un lado, señala, «es muy difícil defender la libertad personal y, al mismo tiempo, acatar un orden económico global que menoscaba las libertades concretas del individuo y consagra el poder de las grandes corporaciones y de los magos del dinero».
Por otro, cree complicado «defender la soberanía nacional española y, a la vez, aceptar la subordinación plena de nuestra economía a la euroburocracia de Bruselas o, en el terreno de la Defensa, la sumisión de nuestro interés nacional a los intereses transnacionales de la OTAN y los Estados Unidos».
También valora como difícil «reivindicar un concepto tradicional del bien común y la justicia social y, al mismo tiempo, suscribir un modelo social individualista hasta el egoísmo; vincularse a un concepto cristiano del orden social cuando la propia Iglesia parece inclinada a desertar de sus posiciones; y abanderar la identidad nacional y, al mismo tiempo, reverenciar el mundo sin nombre de la cultura global de masas».
Todas estas contradicciones, que han estallado con claridad en los últimos años, obliga -relata- a eso que aún se llama “derecha” a revisarse y reinventarse. «Es preciso definir con claridad qué se quiere defender y concebir un modelo social consecuente. Lo importante son las ideas y los principios, no las etiquetas ni los logotipos», ha reivindicado el periodista.
Esparza se muestra convencido de que «lo que hay que reconstruir no es un partido, sino la derecha social, la derecha de principios, es decir, toda esa gente que sigue creyendo en la unidad nacional de España, en las libertades personales, en la economía libre y los impuestos bajos, en el sentido cristiano del orden social y de la justicia, en la familia natural, en el derecho a la vida, en la vigencia de la cultura propia frente al desbarajuste de la mundialización; toda esa gente que en España, desde hace años, carece de partido propio por la traición del PP de Rajoy y el asedio brutal de la mayoría mediática».

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