En las elecciones generales de este domingo está en juego la relación con la Unión Europea, con la Iberosfera y con el resto del mundo. El camino que España debe retomar para lograr una Unión Europea de naciones libres o mantener la cesión de soberanía y las imposiciones de los burócratas de Bruselas, que llevan a la concepción «federalista» de «los estados unidos de Europa».
La UE y la Agenda 2030
El eurodiputado del PP y exministro José Manuel García-Margallo afirmó la pasada semana que «el proyecto europeo ha avanzado cuando ha habido acuerdo entre las dos grandes fuerzas centrales y centristas (populares y socialistas), y ha retrocedido cuando han sido las fuerzas de extrema derecha las que han intervenido en el proceso (sic)». Y volvió a salir en defensa de la Agenda 2030, al que ya se refirió como «el evangelio«, y reiteró que PP y PSOE están de acuerdo en que «España no puede ser el único país» que niegue esta agenda globalista.
En su programa electoral, el PP incluye el impulso del cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible «y las prioridades de la Agenda 2030» en su «política de cooperación». Es la línea que sigue el PSOE, que sostiene en su programa que «la Agenda 2030 y los 17 objetivos de desarrollo sostenible han de inspirar nuestra acción y el modo en el que contribuimos a tejer lazos de cooperación y progreso común». Los populares también subrayan que creen en la Unión Europea «como un espacio de libertad, democracia y bienestar», y llaman a «perfeccionar» las políticas comunitarias.
Sólo VOX se compromete a suprimir «todas las oficinas de implantación de la Agenda 2030», y a auditar y eliminar «todo el gasto público relacionado con los ODS y la Agenda 2030». «Eliminaremos cualquier tipo de ayuda destinada a la implementación de la Agenda 2030 o la financiación de movimientos de ideología de género o indigenistas en la Iberosfera», recoge la formación liderada por Santiago Abascal.
VOX denuncia que «las instituciones de la Unión Europea han tomado una derivada de disolución de la soberanía de los Estados miembros y de sumisión a los lobbies ecologistas e ideológicos radicales» y afirma que «una UE que debería estar al servicio de las naciones europeas y de sus ciudadanos está constantemente excediendo sus competencias y tratando de legislar y sentenciar sobre asuntos de estricto carácter nacional». Por ello —el línea con la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, tres líderes internacionales que han pedido el voto para VOX el 23J— reivindica «una Europa de naciones libres y soberanas que cooperen libremente entre ellas» y esté al servicio «de la prosperidad de los Estados miembros».
El papel en la Iberosfera
Respecto a la Iberosfera, el PP se limita a afirmar que «España debe tener un papel más activo en un continente que está en profunda transformación» y que darán «un firme apoyo a las fuerzas democráticas, especialmente, en estos momentos, en Venezuela, Cuba y Nicaragua», pero no habla de presos políticos ni menciona al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla, redes izquierdistas que tratan de subvertir las democracias. El PSOE, que tampoco menciona a los presos políticos, sostiene que continuarán «apoyando los esfuerzos e iniciativas de paz y diálogo en los países de la región».
Por su parte, VOX denuncia que «el avance de la agenda liberticida de la extrema izquierda encabezada por el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla socava las libertades civiles y pone en jaque al Estado de Derecho», y reitera que España no puede renunciar a ser el epicentro «de esta comunidad fraterna de naciones libres y soberanas». «Necesitamos un giro en la política exterior española que haga frente a este avance totalitario y que lidere una respuesta internacional contundente», reitera.
En este sentido, aboga por «profundizar en las alianzas que afrontan los retos comunes en defensa del imperio de la ley, la libertad de expresión, la propiedad privada y la separación de poderes frente a la ofensiva totalitaria del comunismo y el socialismo», mantiene su compromiso con la oposición a las dictaduras narcocomunistas y exige la liberación de todos los presos políticos en Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba. Asimismo, quiere promover la Iberosfera como «un espacio de intercambio político, económico y cultural en condiciones de libertad para todos los ciudadanos a ambos lados del Atlántico», defiende el legado español en América, y la cultura, lenguas y raíces comunes.
