Socialistas y separatistas no se encuentran lejos de un acuerdo en relación a la investidura de Pedro Sánchez que conllevaría que se considere a Cataluña como una «minoría nacional».
La denominación de Cataluña como una «minoría nacional» representaría un triunfo para el prófugo Carles Puigdemont y consolidará su liderazgo en las negociaciones con el PSOE.
La decisión hasta el momento ha sido rechazada por el Gobierno de la Generalidad y por los comunes (Sumar). Los socialistas creen que el concepto de «minoría nacional» podría certificar su investidura, aunque las implicaciones siguen siendo inciertas y están sujetas a futuras discusiones.
Una de estas implicaciones sería la de que la región pasaría a ser considerada una nación, algo que los separatistas de ERC y Junts llevan años reclamado en sus negociaciones. Esto podría chocar —o encajar— en Constitución según la interpretación que se realice del termino «nacionalidades».
El relator y referéndum puntos a resolver
Un obstáculo está siendo la figura del relator internacional para el seguimiento del pacto exigido por Puigdemont y que los de Pedro Sánchez en estos momentos se niegan a conceder. En el PSOE son partidarios de una comisión de seguimiento con miembros de ambos partidos, pero por el momento esto es rechazado por los postconvergentes.
Una solución que se tantea es el verificador, que podría ser el PNV. Puigdemont nunca ha escondido su desconfianza hacia Sánchez y tampoco olvida que prometió traerle a España para ser juzgado… y los nacionalistas vascos han sido claves para reconstruir los puentes entre ambos partidos como se visualizó con la visita a Waterloo de Andoni Ortuzar el pasado mes de septiembre.
En cuanto al referéndum el PSOE sostiene que, en principio quedaría descartado, pero este punto de vista no es compartido por Junts, quienes argumentan que la «minoría nacional» catalana podría encontrar «un espacio legal para la autodeterminación», y se encuentran presionados por el conocido como Consell de la República del propio Puigdemont, que en una consulta ha votado mayoritariamente (75%) por bloquear la investidura.
