El Senado de Estados Unidos ha vuelto a rechazar este miércoles, como ya hizo en el mes de febrero pasado, el proyecto de ley demócrata que buscaba convertir el «derecho» al aborto en una ley federal para proteger esta práctica frente a las legislaciones de prohibición impuestas por los estados republicanos y ante la anunciada sentencia del Tribunal Supremo contra el histórico fallo ‘Roe versus Wade‘ que estableció el «derecho constitucional» al aborto en todo el país desde 1973.
La denominada Ley de Protección de la Salud de la Mujer no ha salido adelante tras una votación con 49 votos a favor y 51 en contra, un recuento muy por debajo de los 60 senadores necesarios para romper la regla del obstruccionismo, establecida en 1970 en el Senado.
El demócrata moderado, el senador Joe Manchin por Virginia Occidental, se ha unido a los republicanos para votar en contra de la medida y evitar que avance.
El proyecto de ley buscaba proteger el «derecho» al aborto tal cual lo garantizaba hasta ahora la doctrina establecida hace 49 años por el Supremo en el caso Roe vs. Wade y, además, habría legalizado el aborto con medicamentos, entre otras novedades, mediante un estatuto federal de obligado cumplimiento para los servicios médicos de todo el país.
La ley apuntaba así a proteger los abortos antes del denominado «punto de viabilidad fetal», aproximadamente a las 24 semanas de embarazo. Pero también pretendía restringir las prohibiciones al aborto más allá de ese tiempo, cuando «a juicio médico de buena fe del proveedor de atención médica tratante, la continuación del embarazo suponga un riesgo para la vida o la salud de la paciente embarazada». Un apartado que podría abrir la puerta a legalizar el aborto durante los nueve meses de embarazo.
Esta legislación federal que ha sido rechazada se habría impuesto –de haber sido aprobada– sobre las leyes que 26 estados republicanos tienen previsto aprobar, o incluso ya tienen en vigor, para proteger la vida y prohibir o restringir al máximo el aborto voluntario.
Tras conocerse el veto al proyecto de ley, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado en un comunicado que «los derechos constitucionales de las mujeres están bajo un ataque sin precedentes, lo que va en contra de la voluntad de la mayoría del pueblo estadounidense».
«Los republicanos en el Congreso, ninguno de los cuales votó por este proyecto de ley, han optado por interponerse en el camino de los derechos de los estadounidenses para tomar las decisiones más personales sobre sus propios cuerpos, familias y vidas», ha destacado.
Así, ha vuelto a reivindicar la elección de senadores ‘proelección’ de cara a las elecciones legislativas de noviembre, algo que permitiría «devolver una mayoría a la Cámara». «Si lo hacen, el Congreso puede aprobar este proyecto de ley en enero y ponerlo en mi escritorio para que pueda firmarlo», ha explicado.