La Cámara de los Representantes y el Senado no han encontrado un punto de acuerdo sobre los presupuestos estatales. La falta de entendimiento ha conducido a un bloqueo que podría provocar una grave crisis de Gobierno para la Administración Biden.
Se espera que este sábado 1 de octubre se agoten los fondos para la actividad de la Administración, lo que afectaría a alrededor de dos millones de funcionarios. Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes con una mayoría de 222 escaños, han bloqueado los presupuestos exigiendo una mayor austeridad al Gobierno; concretamente una reducción de al menos el 8% del gasto. El Senado, que está dominado por los demócratas, ha aprobado un acuerdo que prorroga el presupuesto seis semanas y con lo que el gobierno federal podría subsistir durante ese periodo.
Las exigencias impuestas a los demócratas por los republicanos en la Cámara (una bajada del 8% del presupuesto) han generado una división interna en el grupo. Los representantes del grupo republicano parecen discrepar sobre qué decisión tomar. El líder de los republicanos en la Cámara, Kevin McCarthy, se enfrenta a una posible rebelión en su grupo; el ala más radical de los republicanos en la Cámara Baja del Congreso se muestran favorables a forzar el cierre, animados por el expresidente Donald Trump. La intención de éstos es ejercer presión haciendo uso de su mayoría en la Cámara.
De no aprobarse el presupuesto federal, habrá de aplicarse la legislación vigente; una ley promulgada en 1884 recoge la obligación de la Administración estadounidense de no aprobar partidas de gastos sin el consentimiento de la Cámara de Representantes.
La crisis de los presupuestos coincide con el desplome de Joe Biden en las encuestas; uno de los últimos sondeos concede a Donald Trump al menos 10 puntos de ventaja y el apoyo de la mayoría de menores de 35 años. La caída de los índices de popularidad de Biden se suma a los rumores de que el Partido Demócrata estaría buscando posibles candidatos sustitutos dado el declive del sentimiento popular sobre el inquilino de la Casa Blanca.
Las últimas encuestas sitúan la aprobación del actual presidente en un 39,4%. No obstante, uno de los datos más destacados es que alrededor de tres cuartas partes de los encuestados cree que Biden es demasiado mayor para gobernar durante otro mandato.
Uno de los acontecimientos que más evidencian el desplome de Biden ha sido la pérdida de popularidad entre sus más fervientes partidarios. Uno de los casos más destacados es el del conocido columnista del Washington Post, David Ignatius; el periodista, uno de los favoritos de Joe Biden —según ha declarado él mismo—, hacía público un artículo recientemente bajo el título «El presidente Biden no debería postularse de nuevo en 2024» en el que animaba a Joe Biden y a Kamala Harris a no presentarse a la reelección. ¿El motivo? El efecto positivo que tendría para el expresidente Donald Trump tales rivales.
