La capital de Francia está siendo el laboratorio para las grandes ciudades de la lucha contra la llamada «emergencia climática». En París reside el urbanista Carlos Moreno, inventor del concepto de la ciudad de los quince minutos, que está tratando de implantar la alcaldesa socialista Anne Hidalgo. El fanatismo de una «calentóloga» como ella es tal que recomendó al alcalde de Kíev que aprovechara la guerra para introducir la bicicleta y erradicar el coche.
Para los Juegos Olímpicos que se inaugurarán el 26 de julio y en los que participarán unas 15.000 personas entre deportistas y demás empleados, la principal preocupación del Ayuntamiento francés no es la seguridad pública ni los precios de los alojamientos, sino la descarbonización del espectáculo.
Así, la antorcha olímpica se ha fabricado con acero reciclado. La medida más discutida y que está provocando protestas por parte de algunos atletas y comités olímpicos nacionales es la supresión de los aparatos de aire acondicionado en las habitaciones y demás instalaciones. En los dormitorios sólo habrá ventiladores y tubos de refrigeración bajo el suelo para combatir el calor húmedo del verano parisino.
Como ocurre con las estrellas de Hollywood, que desde sus yates y sus aviones privados riñen a la humanidad por contaminar, muchos deportistas y políticos aparentemente preocupados por el planeta han dicho que no están dispuestos a sudar o a dormir incómodos.
En consecuencia, varios equipos se trasladarán a París con sus propios aparatos de aire acondicionado. Según un reportaje reciente publicado por el Washington Post, algunos de estos equipos son los de Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Australia y Canadá.
Aumentando la hipocresía del episodio, varios de esos países tienen gobernantes empeñados en reducir el nivel de vida de sus ciudadanos para salvarles de la era de la ebullición, como Joe Biden, Olaf Scholz y Justin Trudeau. Los sacrificios, las bicicletas y el sudor son para los demás.
Es de esperar que el Comité Olímpico Español no practique esta trampa y que sus deportistas, empleados y directivos se conformen con los ventiladores, tanto más cuanto el Congreso declaró en 2019 la emergencia climática. Estaremos atentos a si el COE recurre a la tecnología que, según el presidente Sánchez y Teresa Ribera, está poniendo en peligro el futuro de nuestros hijos.
Otro de los compromisos de Hidalgo para convertir a estos Juegos en los más ecológicos de la historia es nadar en el río Sena para demostrar la pureza de su agua. Sin embargo, el baño ha sido aplazado con la excusa de las elecciones parlamentarias, cuya primera vuelta se celebrará el próximo domingo. Quizás haya influido también la preocupación de la alcaldesa por su salud, ya que las últimas mediciones de la calidad del agua del Sena hechas hace pocos días muestran que ésta supera los límites de contaminación aceptables.