Bruselas está tratando de evitar un estallido violento como el sucedido en Francia —y cuyo balance hasta el momento es de 3.200 detenidos y más de 700 policías heridos— tras la muerte de Nahel en un control policial.
El alcalde de la ciudad, Philippe Close (PS), se ha reunido con diversas asociaciones y vecinos de la ciudad con el objetivo de prevenir disturbios como los ocurridos el pasado jueves, que «imitaron» las protestas en varias ciudades francesas.
La semana pasada estallaron disturbios en el barrio de Anneessens y en sus alrededores, así como en la cercana estación de Midi (Sur), las cuales se atribuyeron «casi exclusivamente a menores de edad». El balance fue de 100 detenciones en total.
Posteriormente, las fuerzas del orden de Bruselas llevaron a cabo detenciones «preventivas» para evitar más disturbios después de los llamamientos a reunirse en el centro de la ciudad (unas 200). Otras medidas preventivas se vieron en grandes comercios como Apple Store.
Close afirmó que quiere complementar estas medidas policiales con trabajos «preventivos con jóvenes», ya que «a veces estos incidentes involucran a delincuentes» de edades muy tempranas.
Con este fin, el regidor se reunió con varias asociaciones juveniles para discutir «por qué los jóvenes se sienten impulsados a imitar los disturbios en Francia» y de medidas «para evitar más actos de desorden público». «La intención es desalentarlos», dijo Close, al tiempo que valoró el papel de los comités vecinales en la prevención de más disturbios durante el fin de semana.
