Un individuo de 18 años, Oumar N., fue arrestado la pasada semana después de una agresión sexual salvaje ocurrida el 4 de agosto en Cherburgo, cerca del Canal de la Mancha, y fue acusado de «violación acompañada de tortura o actos de barbarie«.
El agresor irrumpió en casa de la víctima, la golpeó en la cara y en el cuerpo, antes de violarla varias veces, incluso con un palo de escoba. Los médicos diagnosticaron a la víctima perforación del colon, intestino delgado, peritoneo y diafragma, neumotórax, fracturas de costillas y un alto riesgo de shock séptico. Llevada al hospital, la joven fue sumida en un coma artificial, con un pronóstico potencialmente mortal.
Oumar N. es hijo de madre francesa y padre senegalés, y era conocido por la Policía por un intento de violación de su propia hermana pequeña, según recoge Le Club de Mediapart.
El crimen ha conmocionado a Francia, pues vuelve a poner en evidencia los efectos del multiculturalismo, mientras la izquierda, tanto la política como la mediática, ha mostrado más interés en las consecuencias ideológicas.