Giorgia es madre, es cristiana, es patriota, fundó Fratelli d’Italia y se puede convertir este domingo en la primera mujer primer ministro del país. Todos los sondeos auguran la victoria de Fratelli y una mayoría clara de centro-derecha. Ella representa una excepción en la historia reciente de la nación transalpina al ser la única mujer que lidera un partido político nacional… y sin necesidad de cuotas ni de delirios feministas.
Con 15 años, Giorgia Meloni (1977) se unió al Frente de la Juventud, convirtiéndose en el año 1996 en la líder nacional del movimiento estudiantil de Alianza Nacional. Es en su adolescencia cuando comienza sus andanzas políticas, que la llevan a ser nombrada en 2008 ministra de Política Juvenil en el Gobierno de Silvio Berlusconi. Fue la ministra más joven de la historia.
Estudió periodismo, pero su trayectoria debe entenderse en paralelo a la reconstrucción de un espacio político-cultural que se había perdido en distintas siglas y a la defensa de «valores no negociables» como la familia y la sacralidad de la vida (contra el aborto y la eutanasia). Ha denunciado el proceso de descristianización que afecta a Italia y la profunda crisis antropológica de Europa, dos fenómenos que, a su juicio, «tocan los cimientos de la civilización»; ha rechazado con firmeza los vientres de alquiler porque «son la forma de esclavitud del tercer milenio»; y ha llamado a situar a la familia en el centro del Estado del bienestar e impulsar un plan de incentivos a la natalidad que haga frente a la emergencia demográfica.
Cree en la libertad de la persona y en la iniciativa privada; reclama que Italia sea soberana en materia de energía; y también llama a preservar y guardar la naturaleza o da la batalla contra la corrección política y la cultura de la cancelación. Y se opone firmemente al comunismo. «La izquierda ha sustituido el internacionalismo comunista por el globalismo políticamente correcto. El primero, con la noble intención de dar derechos a los pobres, exterminó a millones de personas. El segundo le hace el juego a las grandes multinacionales, masacrando a los más débiles», afirmó en una entrevista en el Secolo d’Italia hace varios años.
Así, sus referencias histórico literarias se nutren en buena medida del mundo de la derecha, según recoge Francesco Giubilei en «Giorgia Meloni. La mujer al frente del partido revelación de Italia» (Homo Legens)», tales como La historia interminable, de Michael Ende; o El Señor de los Anillos, de J. R. R. Tolkien. Chesterton también es un escritor y pensador muy querido por Meloni.
Un liderazgo nunca discutido
El liderazgo de Meloni al frente de Fratelli, que fue fundado en diciembre de 2012 y que defiende que es «la historia de la derecha italiana», aunque los tracking electorales señalen que consigue el apoyo de votantes de distintos perfiles, nunca se ha discutido.
El partido ha acelerado su recorrido en los últimos tiempos por la determinación y la coherencia de su presidenta, que hoy se ha convertido en una referencia internacional para los defensores de la soberanía, de la patria y de la identidad nacional frente al globalismo. «La identidad es el fundamento principal de la confrontación de nuestro tiempo y el enemigo principal de la corriente globalista», sostiene.
Fratelli es una formación que rechaza las etiquetas de la izquierda. No es un partido, enfatizó Meloni, «populista», término que «no es más que una categoría ridícula inventada por la izquierda para tratar de desacreditar a los que luchan por los derechos y las necesidades del pueblo». Y no es, como los medios de comunicación con perversa intención repiten, «fascista». «No hay nostálgicos con el brazo en alto en nuestros actos (…). Fratelli votó la moción de condena de todos los regímenes totalitarios en el Parlamento Europeo», manifestó en 2020.
«Somos una amenaza para el poder de la izquierda», afirmó la propia Giorgia Meloni en una reciente entrevista concedida a ABC, al tiempo que agregó [sobre el pacto con Liga y Forza Italia] que «las fuerzas de centroderecha comparten valores y programas y ya gobiernan juntas en quince regiones». «Hoy nos sentimos preparados para gobernar, si los italianos quieren», manifestó.
El anhelo de una Europa de naciones libres
Meloni es presidenta de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), grupo en el que están incluidos VOX y el partido polaco Ley y Justicia, entre otros, y que defiende la justicia social, la soberanía nacional, la democracia parlamentaria, la libertad individual, la propiedad privada, etc.
La idea que subyace en Meloni y en el ECR es la lucha por una Europa de naciones libres y soberanas como alternativa al «superestado burocrático» que todo lo regula y lo controla, a veces contra la voluntad de sus pueblos. Una Europa basada en una unión histórica y cultural, incluso antes que económica; y en la libertad del individuo sin caer en el relativismo cultural; y defiende sus fronteras y su seguridad, y la economía social de mercado.