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EL PARTIDO DE LE PEN LOGRA UN RESULTADO HISTÓRICO

Los franceses niegan a Macron la absoluta y le complican el gobierno en su segundo mandato

El presidente de Francia, Emmanuel Macron. Europa Press

Los franceses votaron por Macron en las presidenciales tapándose la nariz y, poco después, este domingo, en la segunda vuelta de las legislativas, han decidido ponerle muy difícil gobernar en este segundo mandato, negándole la absoluta.

Peor: le han dado el voto a esos «populismos» que tan poco gustan a la prensa. Solo que si en las presidenciales quedó finalista el populismo de derechas de Marine Le Pen, el segundo en estas legislativas ha sido NUPES, una coalición de tribus radicales de izquierdas en la que abunda lo verde y que lidera el «insumiso» Jean-Luc Mélenchon. Aunque el sistema de dos vueltas ha perjudicado a la Agrupación Nacional de Le Pen, el grupo soberanista ha hecho muy buen papel como tercera fuerza, superando a la «derechita» francesa de Los Republicanos, que están siguiendo los pasos del antaño Partido Socialista, hoy apenas tiene presencia testimonial en la alianza de izquierdas.

Lo de no conseguir mayoría absoluta tan poco tiempo después del triunfo que le ha mantenido en el Elíseo es un duro golpe para Macron, y no solo porque la oposición parlamentaria que tiene enfrente es cualquier cosa menos «testimonial», sino porque es la primera vez en veinte años que no pasaba algo así. Macron va a tener que moderar mucho, pero mucho, su entusiasmo reformador, porque no es en absoluto probable que pueda sacar adelante iniciativas demasiado ambiciosas con los populistas de izquierda y derecha enseñoreados de la Asamblea. Con este voto queda claro que si un 58% de los franceses que votaron lo hicieron por la continuidad del presidente, no hubo convicción en ese voto, sino el cansino miedo al demonizado por la prensa partido de Marine Le Pen.

Y es que aunque Le Pen -que ha logrado un resultado histórico y, por primera vez, grupo propio en la Asamblea- y Mélenchon representen visiones de Francia incompatibles y no puedan ponerse de acuerdo ni para recoger pepitas de oro, para decirle «no» al «pequeño Napoleón» lo van a tener fácil.

Aunque el gran ganador de la noche ha sido, por absoluta goleada, la apatía política, el desencanto. La abstención ha superado con creces la absoluta.

Las proyecciones de la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas otorgan a la coalición ¡Juntos! que apoya al presidente Emmanuel Macron entre 246, lejos de los 289 necesarios para la mayoría absoluta.

La segunda fuerza política sería así la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), que lograría 142 asientos, mientras que Agrupación Nacional se quedaría 89 escaños. El partido Los Republicanos y sus aliados obtendrían 64 puestos. Pero, paradojas del parlamentarismo, la derechita de toda la vida (de toda la posguerra, al menos) podría aún así ser claves para echarle una manita a Macron frente a una izquierda y una derecha que se la tienen jurada.

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