Las últimas elecciones generales de Países Bajos han estado marcadas por el caos político. En un escenario fraccionado con decenas de partidos políticos con representación parlamentaria, pocos han prestado atención al Movimiento Campesino-Ciudadano BBB, hoy quinta fuerza política en el Parlamento neerlandés.
Fundado allá por 2019, el Movimiento Campesino-Ciudadano ha reivindicado en Países Bajos la importancia del mundo agrario ante las medidas contrarias al campo del gobierno central. Pretendía éste limitar las emisiones de nitrógeno y los granjeros del país se unieron para algo tan sencillo como defender los intereses del campo.
Lo que nació como sindicación, sin embargo, hoy es la fuerza política que más ha crecido en el país. En las elecciones del pasado miércoles, el movimiento BBB ha obtenido 7 diputados y 16 senadores, que jugarán un papel destacado en la formación del nuevo gobierno. Liderados por Caroline van der Plas, ya el 15 de marzo obtuvieron sus mejores resultados en las elecciones locales y provinciales, donde lograron hasta un 19,2% de los votos. Entonces colocaron a los granjeros como primera fuerza política del país.
Precisamente Van der Plas, líder de la formación agraria, pedía hace poco entrar en el gobierno de la nación: «No podéis ignorarnos durante más tiempo». Y en efecto, las elecciones holandesas han cambiado la representación parlamentaria, tras la poderosa reconfiguración en la composición del Senado el pasado mes de marzo.
No en vano, Mark Rutte, primer ministro de Holanda, admitió hace tiempo que la amplia victoria de este movimiento agrario es «un grito muy claro a los políticos». Para llamar la atención del Ejecutivo Caroline van der Plas acudió al Congreso subida en un tractor hace un par de años, cuando consiguió su escaño. Hoy, con seis compañeros más, los granjeros del BBB entran por la puerta grande.