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RECUERDA QUE EN 2005 YA HUBO DISTURBIOS SIMILARES

Un investigador húngaro sobre inmigración: «El problema de Francia es la existencia de sociedades paralelas»

Disturbios en Francia. Europa Press

El investigador principal del Instituto Húngaro sobre Inmigración, Sayfo Omar, ha examinado el trasfondo social de los disturbios en Francia de la última semana.

Así, ha recordado que estas protestas violentas se convirtieron en algo habitual desde la segunda mitad de la década de 1990, pero que la primera protesta nacional realmente relevante tuvo lugar en 2005, después de que dos inmigrantes que huían de los policías murieran en una subestación eléctrica.

Fue entonces cuando quedó claro que las estructuras tradicionales de las sociedades de inmigrantes «se habían vuelto disfuncionales» y que los jóvenes «no reconocían la autoridad». Durante aquellas tres semanas de disturbios se incendiaron decenas de miles de coches y 230 edificios públicos. El coste de los daños materiales se estimó en más de 200 millones de euros. La Policía arrestó a casi 2.900 alborotadores, y más de un centenar de policías y bomberos resultaron heridos en los enfrentamientos. El presidente francés, Jacques Chirac, declaró posteriormente el estado de emergencia. Años después una enmienda otorgó a los agentes de Policía mayores poderes para usar armas.

Omar Sayfo ha señalado que hoy hay muchas personas en la sociedad francesa con un hermano o un pariente involucrado en aquellos disturbios de 2005: «No hay nadie que les pueda detener, con los teléfonos inteligentes pueden informarse en cuestión de segundos».

La sociedad francesa se dio cuenta entonces del concepto de «sociedades paralelas» durante los disturbios de aquel año… y constató que los alborotadores eran inmigrantes de segunda y tercera generación de diferentes orígenes étnicos y religiosos.

Los disturbios violentos ocurridos esta semana resaltan, a juicio Sayfo Omar, el fracaso del multiculturalismo y del fomento de la inmigración ilegal. Y explicó que estas consecuencias ya son visibles en otros países de Europa occidental, con un número significativo de musulmanes que no quieren integrarse en la sociedad.

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