Los colombianos pondrán punto y final este domingo a la campaña presidencial. Más de 38 millones de votantes están llamados a las urnas para elegir entre el candidato del narcocomunismo, Gustavo Petro, y el «outsider» Rodolfo Hernández.
La incertidumbre ha estado sobrevolando durante toda la campaña de esta segunda cita, después de que Hernández lograra sacar al líder de Pacto Histórico de la primera posición de las encuestas.
El candidato independiente, que promete un cambio real y no pertenece a ninguna familia política en Colombia, se hizo con más de 5,9 millones de votos en la primera vuelta -un 28,17 por ciento de los sufragios que se emitieron aquel día- superando contra todo pronóstico a Federico ‘Fico’ Gutiérrez, candidato de Equipo por Colombia.
Hernández tiene como objetivo que Colombia continúe en la senda de la democracia y venza la amenaza que constituye Gustavo Petro, su proyecto respaldado en el narcocomunismo, y el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, iniciativas que son una amenaza para la democracia, la libertad y la propiedad en toda la Iberosfera.
Petro, admirador de Hugo Chávez y con fuerte vinculación al terrorismo y al narcotráfico, por algo formó parte del M19, guerrilla apadrinada por el tirano Fidel Castro que entre 1970 y 1989 secuestró a 557 personas y a la que se le atribuyen cientos de crímenes, robos y asesinatos, y el asalto al Palacio de Justicia de Bogotá en 1985, busca extender el control socialista en la región.
Los sondeos reflejan en la mayoría de los casos un empate técnico (el último «tracking» electoral da una ventaja de entre uno y dos puntos a Hernández) y auguran que el porcentaje del voto en blanco estará sobre el 5 por ciento.
