Foro Madrid, la alianza internacional impulsada por la Fundación Disenso en defensa de la libertad y de la democracia en la Iberosfera, ha alertado sobre los peligros que supondría una victoria del «Apruebo» en el plebiscito constitucional chileno del próximo domingo.
En un informe, señala que el proyecto de nueva constitución rechaza la tradición jurídico-constitucional chilena y la identidad país y, por tanto, «representa un peligro para la sociedad libre». Así, recuerda que su origen es una revuelta de violencia que el entonces presidente Sebastián Piñera no supo manejar, «lo que derivó en el fin de la paz y la seguridad en Chile, abriendo una época de incertidumbres que perduran hasta el día de hoy».
En este sentido, denuncia que la nueva Carta Magna pretende cambiar la cultura, las creencias y las raíces de la nación por una agenda progresista «que busca dividir a los chilenos y hacer retroceder al país». «Chile se encuentra a las puertas de una de las elecciones más importantes de los últimos 40 años. Podríamos decir que nunca estuvo más en juego la libertad«, recoge Foro Madrid.
«El proyecto de nueva Constitución divide a la sociedad con ficciones e interpretaciones históricas políticamente interesadas, establece un sistema político y administrativo cuyas deficiencias podrían generar un estado fallido e impone una visión de sociedad que anula absolutamente el pluralismo social», continúa el informe, que también recoge que se conceden poderes exorbitantes y prerrogativas a la población indígena, se entrega la dirección social al Estado y se pretende imponer la teoría de género como una realidad «científica» que debe ser enseñada desde la infancia.
El director de Foro Madrid, Eduardo Cader, recuerda que «el propósito de una constitución es resguardar los derechos de las personas y garantizar su libertad frente a la voracidad y tentación de los políticos», unas garantías que el proyecto chileno rechaza. «La aprobación de esta propuesta sería una lápida para Chile. Frente a la amenaza a la integridad territorial y la transgresión a la democracia, los chilenos deben defender sus instituciones. La experiencia de países como Bolivia y Venezuela es suficiente ejemplo de lo importante que es contar con instituciones fuertes», concluye.