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TRAS EL DESASTRE ECONÓMICO EN LA ISLA

«Patria y vida»: miles de cubanos reviven la jornada del 11-J y salen a la calle a protestar contra Díaz-Canel

Represión en Cuba. Twitter

Miles de personas se han manifestado este domingo en las calles de varias ciudades de Cuba en contra del régimen de Miguel Díaz-Canel tras varias jornadas de apagones que pueden llegar a prolongarse hasta por medio día y retrasos en la distribución de alimentos básicos.

Los asistentes a las marchas han pedido «corriente y comida», «libertad», «patria y vida» y han denunciado pasar hambre. Tras las imágenes de las manifestaciones, el Gobierno ha restringido las comunicaciones y ha cortado la señal de Internet de la isla, de acuerdo a lo que reseña el portal cubano de noticias 14ymedio.

Durante el lunes las protestas han persistido en localidades de la isla como Santiago, Bayamo, El Cobre y Santa Marta. La jornada del domingo ha dejado varios detenidos, por lo que las concentraciones del comienzo de la semana se han desplazado a sitios en los que se mantienen detenidos a los manifestantes, exigiendo que estos sean liberados.

Estos acontecimientos reviven las gigantescas e históricas protestas escenificadas en la isla hace casi 3 años cuando, el 11 de julio de 2021, los cubanos perdieron el miedo e hicieron famosa la consigna de «Patria y vida» para resumir su hartazgo contra la dictadura a la vez que su anhelo de cambio. Esos hechos produjeron una oleada represiva gigantesca que hoy por hoy mantiene en la cárcel a más de 1000 disidentes, que en muchos casos han sido condenados a sentencias de más de 20 de cárcel.

Se veía venir…

La reacción de los cubanos era, hasta cierto punto de vista, previsible. Además del problema de los frecuentes apagones y la crisis alimentaria en la isla, hace pocos días entró en vigencia en el país una medida de ajuste que quintuplica el costo del combustible. Los meses precedentes han estado signados por grandes filas alrededor de las estaciones de servicio, en medio de un clima de escasez de gasolina.

De igual modo, las autoridades de la nación caribeña anunciaron en días pasados ajustes en los costos del servicio de energía eléctrica, apelando a que los cubanos «economicen» el uso de la electricidad en sus hogares. Este elemento parece haber sido una de las chispas que ha encendido la pradera de la indignación popular en medio de un clima marcado por los constantes apagones, sobre todo en las provincias del interior de Cuba.  

A sabiendas del descontento que estas medidas impopulares han causado en el cubano promedio, La Habana ha optado por buscar chivos expiatorios. En principio Díaz-Canel destituyó a su hasta ahora ministro de Economía, Alejandro Gil, cuyos manejos dentro de esa cartera ahora están bajo «investigación» del Estado.

A finales del año pasado un estudio del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) cifró en 88% el porcentaje de pobladores de la isla que viven en el espectro entendido como de «pobreza extrema».

Por lo pronto el dictador Díaz-Canel ha reaccionado a través de sus redes sociales para señalar que «varias personas han expresado su inconformidad con la situación del servicio eléctrico y la distribución de alimentos», una coyuntura que «se intenta aprovechar por los enemigos de la revolución, con fines desestabilizadores».

Por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Cuba ha «instado al Gobierno cubano a que respete los Derechos Humanos de los manifestantes y atienda las necesidades legítimas del pueblo cubano». «Somos conscientes de los informes de protestas pacíficas en Santiago, Bayamo, Granma y otros lugares de Cuba, con ciudadanos que protestan por la falta de alimentos y electricidad», ha indicado.

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