El general venezolano Clíver Alcalá Cordones, detenido en los Estados Unidos por cargos de narcotráfico, admitió esta semana haber proporcionado armamento a los terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) durante la presidencia del fallecido Hugo Chávez.
La confesión de Alcalá ante la Justicia estadounidense, revelada por la Associated Press esta semana, viene a confirmar años de acusaciones contra el chavismo por su supuesta colaboración con grupos irregulares con miras a subvertir el orden interno en Colombia y hacerle la guerra a sus gobiernos.
En concreto el general chavista admitió, entre otras cosas, haber entregado dos lanzagranadas y 20 granadas a integrantes de las FARC que se movían libremente por el territorio de Venezuela.
«La mitad para el señor Luciano Marín Arango (alias Iván Márquez), y la otra mitad para el señor Londoño (alias Timochenko). Eran el número uno y el número dos de las FARC en el territorio que me correspondía en Venezuela», dijo.
Adicionalmente el exmilitar, que ocupó altas posiciones en el Ejército durante la estadía de Chávez en el poder, aseveró haber protegido a los terroristas colombianos mientras se desplazaban por territorio venezolano.