Aunque el titular no responde exactamente a la realidad. Porque el escándalo no lo causa Cortés sino los cardenales, arzobispos y obispos que asisten impasibles a diario a ataques gravísimos a la Iglesia. Y que son, entre los españoles, Sistach, Amigo, Osoro, Pujol y Rodríguez Magro.
Ninguno se inmuta ante la permanente agresión a la Iglesia que ocurre todos los días ante su presencia fotográfica y documental.
Hitler es el continuador de la obra de la Iglesia. Y se quedan tan frescos. Si algo así se diera en un matrimonio el marido sería un cornudo consentido. Categoría peor del que no se entera. Pues los cardenales, arzobispos y obispo antes citados están más que enteradosde esas viñetas. Y al parecer encantados. Será por aquello de que sarna con gusto no pica. Pero no deja de ser sarna.
Tal vez en esta ocasión se lo piensen porque ataques a Cristo, a la Virgen, a la Iglesia valen pero que les puedan relacionar con el nazismo eso les puede preocupar más. Pero también tragarán con la cruz gamada, el brazo en alto y el nazismo. Me apuesto unas cañas.