«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La Iglesia al servicio del PP

Reprochaban al cardenal Rouco estar a los pies del Partido Popular. Avalando cuanto hiciere. Sin embargo también decían que Rajoy se negó a recibirle en la Moncloa. No sé si será cierto o no. Y me trae sin cuidado. Rouco no es menos ni más si no fuera recibido por Rajoy. Más bien diría que más.

Pero ahora, cuando debe seguir siendo cierto que las vinculaciones peperas eran repugnantes, y no seré yo quien lo contradiga, parece ser que Rajoy y Osoro se dan el pico y pactan componendas sobre el abominable crimen del aborto.

http://www.periodistadigital.com/religion/espana/2014/09/25/el-gobierno-informo-a-la-iglesia-antes-de-anunciar-la-retirada-de-la-ley-gallardon-religion-iglesia-obispos-rajoy-fernandezdiaz-soraya-rouco-osoro-nuncio-parolin.shtml

Ni me las creo ni me las dejo de creer. Habrán existido o no. Pero lo que no entiendo es que se recriminara al cardenal por unas concomitancias al parecer, según ahora dicen los mismos, inexistentes, y se magnifiquen las de Osoro con el mismo partido. Y vendiendo a los niños asesinados en el vientre de sus madres.

Si lo que se dice ha ocurrido me parece penoso para Don Carlos. Pero así como soy sumamente escéptico sobre los amores de Rouco con el PP, tan mal correspondidos al parecer, tampoco tengo que creerme el noviazgo Osoro-Rajoy. Tengo mejor concepto de Osoro. No entendería que vendiera la muerte de más de cien mil niños al año a cambio de nada. O de una sonrisa de Rajoy. Que sería como para pagar por no recibirla.

La trayectoria episcopal de Don Carlos no ha sido nada sospechosa. ¿Es distinto de Rouco? Sin duda. Pero que haya vendido el holocausto infantil a cambio de no se sabe qué, no me lo creo. Aunque eso no excluye que en un encuentro fortuito haya saludado a Rajoy. Por cierto que el encuentro no tuvo lugar en la Cañada Real  y ni siquiera en el Pozo del Tío Raimundo. Parece ser que fue en el funeral por Emilio Botín. Sin duda una periferia. Y con muchísimo olor a oveja. 

   

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