El enlace que nos facilitó Canali con fotografías de la peregrinación anual que va desde la catedral de Notre-Dame de París a la de Chartres me parece tan impresionante que creo no debe quedar perdido entre los comentarios sino aparecer con todos los honores en el Blog.
Eso, Santo Padre, no es una moda pasajera ni una nostalgia de ancianos. Es lo más vivo, lo más joven, lo más esperanzador de la Iglesia de Francia. Y son ya muchos años de permanencia.
Últimamente hasta los obispos franceses, varios de ellos, se han dado cuenta de la importancia del acto y se hacen presentes en el mismo. Porque esos son sus fieles verdaderamente fieles. Los otros, los que a tantos obispos les gustaron y a quienes dedicaban todas sus atenciones, se han ido. Ya no están. El impulso «tradi» en Francia es imparable. Y, o eso, o nada.
No puedo deciros, porque no lo sé, quienes son los obispos que aparecen. Los sacerdotes, en su inmensa mayoría, jóvenes. Y los peregrinos, más.
Gracias, Canali, por tan hermoso testimonio. Y que ahora algún perroflauta venga a decirnos que la misa tradicional y la sotana alejan a la juventud. Más bien parece que todo lo contrario. Parafraseando al obispo de Vich, Torras y Bages, creo que bien podemos decir que la Iglesia de Francia será tradicionalista o no será.