Se anuncia que el Papa va a Caserta en visita privada.
http://www.revistaecclesia.com/visita-privada-del-papa-francisco-caserta-italia/
¿Pues, si es privada, por qué se anuncia? Con lo que ya no parece tan privada.
Va a visitar a un amigo suyo que es pastor protestante. Pues bueno. No siento yo especial simpatía por los pastores protestantes pero en un Papa de tantas relaciones periféricas con rabinos, imanes, curas y monjas, puede entrar un pastor.
Nada que objetar en que invite a su amigo a comer en Santa Marta o incluso que vaya a su casa si estuviera enfermo. Aunque en el último caso creo que mejor lo haría enterándose sólo el Santo Padre y el chófer que le lleve. Naturalmente en un coche de baja gama.
Ya lo de anunciarlo para que ese día el templo o la casa del pastor estén llenos de periodistas que nos retransmitirán sonrisas, abrazos y carantoñas a mí me parece fomentar el relativismo. Todas las religiones son iguales, no hagamos proselitismo, ahí está el papa con el pastor, y a quien Dios se la dé que San Pedro se la bendiga. Porque San Pedro todos sabemos que está encantado bendiciendo a pastores, rabinos, imanes, gays y lesbianas y que lo único que le aterra son gente como los Franciscanos de la Inmaculada. A esos, en los perendengues.
Me parece un desaciertodel Papa. Tampoco me preocupa gran cosa porque sé de sobra que los Papas también desaciertan como hombres que son. Por supuesto que puede ser mi opinión la desacertada. No pretendo imponérsela a nadie. Pero estoy en todo mi derecho, como católico, a expresarla.
Como también a pensar que el Papa no tendría que entrar en todas las periferias más o menos distantes de la Iglesia católica. Claro que hay muchas verdaderas religiones pero, pese a quien pese, desde la princesa altiva a la que pesca en ruin barca, sigo pensando que sólo hay una religión verdadera. Y a ver si hay quien, desde la responsabilidad y no desde el perroflautismo, se atreve a decir otra cosa. Por ello dar esa impresión, aun sin decirlo, me parece una grave equivocación. Que luego cuesta muchísimo recomponer.
¿Amistades privadas del Santo Padre? Las que quiera. Eso es cosa suya. Pero cuanto más privadas, mejor. Anunciadas a bombo y platillo, de privadas no tienen nada. Son tan públicas como una homilía en Santa Marta.