«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El productor de la CNN insulta a Trump y a sus votantes: 'Son estúpidos'

«En el fondo, todos reconocemos que [Trump] es un payaso y que está risiblemente poco cualificado», ha dicho.


En estos días en que la prensa norteamericana del sistema vuelve a fingir una indignación incontenible ante la última broma de mal gusto del presidente Trump con una periodista, el nuevo vídeo publicado por James O’Keefe, fundador de Project Veritas, en el que un productor de la CNN llama a los votantes norteamericanos «estúpidos de cojones» («stupid as shit») no puede llegar en un momento más oportuno.
La guerra a muerte entre los medios convencionales y el presidente de Estados Unidos quizá esté dañando la imagen del segundo, pero apenas hay dudas de que la prensa del establishment está quedando a la altura del betún, con su credibilidad hecha harapos.
«En el fondo, todos reconocemos que [Trump] es un payaso, que está risiblemente poco cualificado para esto, que es malo en esto y que no responde a los mejores intereses de América. Reconocemos que está jodidamente loco», aparece en el vídeo diciendo Jimmy Carr, productor de la cadena norteamericana, que remacha: «El 90% de nosotros está convencido de que está sencillamente loco».
Ese «nosotros», naturalmente, se refiere a la cadena, aunque es perfectamente ampliable a los ‘medios de prestigio’, lo que da una idea interesante de su conexión con el público norteamericano en general, que votó por millones a este «loco» y lo llevó al cargo más poderoso de la tierra. ¿Explicación? «Los votantes son estúpidos de cojones».
Esta es la misma prensa que se rasga las vestiduras cuando Trump, que no se calla ni debajo del agua, responde en especie a los insultos de los medios. La última salida de tono, convertida por los periodistas en ‘cause célèbre’ a la altura de la Crisis de los Misiles, contra el popular ‘Moring Joe’, de la CNBC, y su mujer, fue calificada, entre otras cosas, de «machista».
«Machista», en el moderno vocabulario, se aplica a cualquier crítica o insulto a una mujer progresista, aunque no exprese relación alguna con su condición de mujer. Las conservadoras no puede optar por esta defensa como bien saben Margaret Thatcher, Angela Merkel (en su primera fase) o Condoleezza Rice (que tampoco podía alegar «racismo»).
O  Kellyanne Conway, asesora de Trump y la primera mujer en coordinar una victoriosa campaña electoral a la Presidencia, a la que el tal Carr insulta a modo.
Carr vino, además, a confirmar lo que otro productor de CNN confesó en el vídeo de cámara oculta anterior publicado por O’Keefe en el sentido de que la ‘trama rusa’, de la que no existe el menor indicio sólido, sigue tratándose obsesivamente por una cuestión de audiencias: «Son decisiones que toma gente que está por encima de mí, y si te das cuenta de que, oh, los ‘ratings’ se disparan, pues sigues haciendo lo que estás haciendo. Bueno, lo que estamos haciendo es Rusia, ISIS, terror en Londres, tiroteos en Chicago, esas cosas».
Está siendo una ‘septimana horribilis’ para la cadena CNN en particular, pero lleva siendo un curso bastante triste para los grandes medios en general, empeñados en una guerra sin cuartel para echar a un presidente electo con un singular desprecio por la objetividad periodística y un no menor desdén por la ‘plebe’ que consume sus dañados productos.
En esto, al menos, Trump tiene razón cuando en una reciente rueda de prensa vio entrar a los periodistas empujándose unos a otros y comentó por lo bajo: «Cada día estáis peor».

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