El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, dijo este martes que espera «grandes oscilaciones» de los mercados financieros a medida que se alcanza la «fase crítica» del proceso del «brexit» o salida británica de la Unión Europea (UE).
«Los acontecimientos de los próximos días, de las próximas semanas, tendrán un impacto material en el valor de la libra, en el valor de las acciones, en el coste de la deuda del Reino Unido para los bancos y las empresas británicos, en cualquier dirección, dependiendo de cómo sean esos acontecimientos», afirmó.
El Gobierno de Londres y la UE negocian a contrarreloj para tratar de consensuar un tratado que regule la retirada del bloque el 31 de octubre, pero el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, asegura que el país saldrá en la fecha prevista con o sin acuerdo.
Carney, que acaba su mandato el 31 de enero de 2020, compareció ante la comisión de enlace del Tesoro de la Cámara de las Comunes, donde respondió preguntas de los diputados y del público sobre el estado del sistema financiero.
El economista canadiense reveló que los bancos del Reino Unido son «neutros» sobre la evolución de la libra esterlina en el contexto del «brexit«.
Explicó que «han recibido instrucciones para no tomar grandes posiciones apostando a favor o en contra» de la divisa británica y vaticinó que las posibles actividades especuladoras de los fondos de capital riesgo «no alcanzarán al núcleo de la economía».
Dijo no obstante que sería partidario de convertir en delito los abusos cometidos en el mercado de divisas, como en relación a las apuestas en contra de la libra.
Carney auguró que los movimientos de la moneda del Reino Unido pueden ir «en cualquier sentido» -al alza o a la baja- según lo que ocurra y admitió que habrá individuos y entidades que acierten y se enriquezcan.
Preguntado sobre si preocupa «que algunas personas con mucho dinero vayan a beneficiarse de un ‘brexit‘ sin acuerdo», dijo que, «aunque pueda haber gente que se enriquezca, serán superados por el número de personas que se empobrecerá».
Después de desplomarse un 19 % tras ganar la salida de la UE en el referéndum de 2016, la libra esterlina ha sufrido grandes oscilaciones, en base a los acontecimientos políticos y el estado de las negociaciones con Bruselas.
Carney reiteró hoy que el sistema bancario británico, sometido a estrictas pruebas de solvencia, está bien preparado para absorber los efectos de un fuerte impacto económico y, si lo necesitara, tendría acceso a unos fondos de reserva.
El pasado septiembre, el Banco de Inglaterra redujo sus previsiones de riesgo en caso de una salida brusca de la UE, al considerar que el Gobierno británico ha mejorado sus preparativos para hacer frente a esa coyuntura.
En un carta a la comisión del Tesoro, Carney dijo entonces que, si hubiera «brexit» duro el 31 de octubre, la economía se contraería un 5,5 %, en lugar del 8 % pronosticado el noviembre anterior.
Según las nuevas previsiones, el desempleo aumentaría hasta el 7 %, y no el 7,5 % antes previsto y la inflación subiría un 5,25 % y no un 6,5 %.