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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El destino de España se juega en las próximas elecciones de México

Hay el peligro de que México caiga en manos de una turba de comunistas radicales trasnochados que arrastrarán a la nación.


Las realidades actuales de México y España no podrían ser más diferentes, en apariencia cada una de las naciones a ambos lados del Atlántico, se encuentra ocupada en su propio torbellino de problemas locales, sin que la otra tenga ninguna injerencia para empeorarlas o mejorarlas, pero la realidad no es tal, como afirma el título del presente escrito; en las próximas elecciones generales de México, a realizarse el 1 de julio, se juega no solo el destino de México, sino el de España también.
¿Cuál es el riesgo que pone en vilo a ambas naciones? El riesgo es que, como nunca antes, hay el peligro de que México caiga en manos de una turba de comunistas radicales trasnochados que arrastrarán a la nación -que triplica a la española en población y extensión- en una caída libre al modelo chavista comunista que arrastrará en su caída a España consigo.
No solo por lo interconectados que están las economías de España y México, lo cual merece un artículo aparte, sino porque ésta caterva de comunistas radicales del partido de izquierda llamado MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional), es el Podemos de España y comparte con el partido morado su postura respecto a su odio a la hispanidad católica y en favor de la disolución social que les deje el camino libre para derrumbar la civilización cristiana occidental que España sembró en tierras americanas.
El peligro para España respecto al resultado electoral en México, no radica solo en la coincidencia de la plataforma ideológica disolvente de ambos partidos, sino en la amarga experiencia que tiene al borde de una guerra civil y el desmembramiento territorial a España por culpa del financiamiento que recibió a manos llenas Podemos del gobierno de Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez y continuado por su nefasto sucesor el ilegitimo Nicolás Maduro, gracias a lo cual, Pablo Iglesias y sus huestes lograron trepar en las preferencias electorales y en influencia en la opinión pública española, lo que ha provocado la mayor crisis social de los últimos 40 años.
En ello radica el peligro inminente para España, ya que el partido mexicano MORENA, encabezado por el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, un jacobino setentero, es quien encabeza las encuestas presidenciales y su círculo de cavernarios intelectuales, son ideológicamente continuadores de las ideas republicanas españolas que provocaron, hace ochenta años, una guerra civil.
Estos intelectuales que asesoran y dirigen a este partido político mexicano, han manifestado públicamente su admiración y similitud con Podemos de España, el cual ahora dejó de recibir los influjos monetarios venezolanos por obvias razones, pero éstos podrían volver a llegar a raudales provenientes de las arcas mexicanas si se consuma este peligro de que el Podemos mexicano gane.
Hay algunos indicadores que contradicen las entusiastas cifras que arrojan las encuestas, las cuales ponen casi veinte puntos arriba al candidato de izquierda por encima de su más cercano competidor, sin embargo, el candidato puntero López Obrador, es una figura política en México muy desgastada y entrada en años, lo cual ha disminuido sus capacidades principalmente intelectuales, cuyas carencias son evidentes simplemente en el ejercicio básico de entablar un dialogo.
Para López Obrador éste es su tercer y último intento de llegar a la presidencia de México; en las dos ocasiones anteriores, igualmente estuvo en el umbral del triunfo pero de último momento quedo en segundo lugar.
Ahora sin embargo, la sociedad mexicana ha cambiado y en su legítimo y justificado hartazgo, fruto de la desbordante corrupción del actual gobierno, más la violencia fuera de control, han hecho que mucha gente vea en el candidato dos veces derrotado, la esperanza para el cambio de rumbo, lo cual efectivamente sucederá de llegar al poder, pero no para bien sino para mucho peor.
Aunque por otro lado, mucha gente que en las ocasiones anteriores votaron por López Obrador, ahora no lo harán al ver con asco como este perenne candidato, en esta ultima oportunidad, políticamente ha vendido su alma al diablo en aras de llegar a como dé lugar a la presidencia y se ha aliado con los mayores delincuentes emergidos de la clase política mexicana.
En entregas posteriores iremos ampliando la situación que ahora tiene en vilo a la sociedad mexicana y que la española debería tener en la mira como uno de sus asuntos prioritarios por las razones antes expuestas.
Si el partido político mexicano MORENA llegara al poder, Podemos y toda la izquierda disolvente y radical española, contarían con los recursos económicos para dinamitar a España entera y hacerla volar en pedazos autónomos, además de arrancarle su identidad nacional.
Así que el asunto es de verdad de la mayor gravedad pero hay una luz de esperanza y es que el voto católico mexicano, que es de alrededor del 80 por ciento de los cerca de ochenta y siete millones de votantes registrados en el padrón electoral, se opone a López Obrador.
Si el voto católico -unos setenta y un millones- hace valer su peso en la próxima elección, España y México podrán respirar con alivio, al menos por este potencial peligro mortal.
El actual presidente mexicano ganó la elección en 2012 con un poco más de 19 millones de votos, así que si al menos una tercera parte del voto católico sale a votar y lo hace en conciencia contra la izquierda y el comunismo, podría dar más de 23 millones de votos para definir al próximo presidente, oremos por que así sea.

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