«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El Estado Islámico decapita a 3 hermanos en el este de Afganistán

«Anoche los tres hermanos fueron arrastrados de su casa y luego combatientes del EI los mataron sin piedad», explicó el portavoz.


El grupo yihadista Estado Islámico (EI) decapitó en la madrugada de hoy a tres médicos hermanos tras secuestrarlos y acusarlos de ser agentes del Gobierno en el este de Afganistán.
Los yihadistas decapitaron a los tres hermanos hacia las 02.00, hora local (21.30 GMT del domingo), en Trili, una aldea en el distrito de Chaparhar, en la provincia de Nangarhar, afirmó a Efe el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai.
«Anoche los tres hermanos fueron arrastrados de su casa y luego combatientes del EI los mataron sin piedad», explicó el portavoz.
Khogyanai aseguró que los hermanos eran ciudadanos sin vínculos con el Gobierno.
El portavoz de la Policía de Nangarhar, Hazrat Hussain Mashriqiwal, confirmó a Efe la decapitación y aclaró que los tres hermanos eran médicos.
El suceso ocurrió a unos 20 kilómetros de Jalalabad, la capital provincial, a pesar de que las tropas afganas e internacionales aseguran que han expulsado a los miembros del Estado Islámico de la mayoría de lugares bajo su control en Nangarhar.
«El centro del distrito y las áreas a su alrededor están bajo el control del Gobierno, pero el incidente tuvo lugar en una aldea remota que no está bajo su control», explicó el portavoz policial.
Nangarhar es el principal bastión del EI en Afganistán, donde hasta hace dos años controlaba alrededor de la mitad de la veintena de distritos de la provincia.
Durante el último año las tropas afganas e internacionales lanzaron una ofensiva, que incluyó el lanzamiento en abril del año pasado de una bomba GBU-43, denominada a «Madre de todas las Bombas», que ha ido reduciendo su presencia en la provincia hasta áreas remotas y montañosas.
Esa ofensiva no ha evitado que el Estado Islámico continúe operativo ni impedido en los últimos meses algunos de los atentados más mortíferos en el país, como el reivindicado ayer contra un centro de registro de electores en Kabul, en el que hubo más de medio centenar de muertos.

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