Estados Unidos y China han alcanzado un acuerdo comercial preliminar tras días de intensas negociaciones mantenidas en Ginebra, lo que podría representar un punto de inflexión en la prolongada disputa arancelaria entre las dos principales economías del mundo. El presidente Donald Trump ha calificado este avance como un «reinicio total» en las relaciones comerciales bilaterales y ha mostrado su disposición a flexibilizar los gravámenes que impuso a productos chinos.
El mandatario estadounidense mencionó que podría reducir los aranceles hasta un margen del 50-60%, aunque también señaló que un recorte del 80% le parecería «razonable». No obstante, aseguró que la decisión final será tomada por su equipo económico. La noticia llega acompañada de un clima de optimismo por parte de ambas delegaciones, aunque los detalles específicos del pacto serán revelados oficialmente este lunes 12 de mayo.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, ofreció una rueda de prensa en la que valoró positivamente las conversaciones y agradeció la hospitalidad de Suiza, anfitriona del encuentro. «El entorno ha favorecido mucho el diálogo, y puedo decir que hemos tenido intercambios muy fructíferos», destacó.
Uno de los principales puntos abordados en la mesa de diálogo ha sido la necesidad de rebajar la tensión arancelaria generada en los últimos años. Durante la etapa más dura del conflicto, Washington elevó los impuestos aduaneros a productos chinos hasta el 145%, como respuesta a cuestiones como el tráfico de fentanilo, el desequilibrio en la balanza comercial y las medidas de represalia de Pekín. En respuesta, China también incrementó sus aranceles a productos estadounidenses hasta un 125%.
El encuentro en Ginebra también contó con la participación del viceprimer ministro chino He Lifeng, así como del representante comercial estadounidense Jamieson Greer. Ambos responsables calificaron los resultados como «avances notables» en materia de comercio bilateral, con especial énfasis en reducir el déficit comercial de EE.UU., que actualmente alcanza los 295.000 millones de dólares con China.
Cabe recordar que ambos países ya firmaron un acuerdo en enero de 2020, durante el anterior mandato de Trump, por el que China se comprometía a incrementar sus compras de bienes y servicios estadounidenses en más de 200.000 millones de dólares y a abrir sectores como la agricultura y las finanzas a empresas norteamericanas. Sin embargo, ese pacto no llegó a cumplirse según lo previsto, lo que generó nuevas críticas por parte de Trump hacia su sucesor, Joe Biden, a quien acusó de inacción.
El nuevo entendimiento, cuyo contenido detallado se dará a conocer este lunes, podría tener implicaciones importantes en áreas como la tecnología, el sector agroalimentario y la industria manufacturera. También podría servir como modelo para futuras conversaciones comerciales entre Washington y otros socios estratégicos, como el Reino Unido, con quien Estados Unidos también mantiene conversaciones para avanzar hacia un nuevo acuerdo bilateral.