«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El nuevo ISIS: cientos de terroristas sin identificar vuelven a sus países

La caída del autoproclamado califato en Siria, donde su territorio ha quedado reducido a la nada, obligan a los países europeos a reforzar las medidas de seguridad.


Buena parte de los combatientes que lucharon con el Estado Islámico (EI) y otros grupos terroristas y que regresan a sus países de origen siguen sin estar identificados o localizados, avisó la ONU.
La advertencia figura en un informe elaborado por el comité antiterrorista del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que subraya el importante riesgo que plantean esas personas.
Según el comité, «una gran proporción» de los denominados «combatientes extranjeros» sigue sin identificar y se desconoce dónde se encuentran o a qué se dedican, a pesar de los progresos militares contra el EI y de las medidas aprobadas por muchos Gobiernos.
«La identificación y localización de los restantes combatientes terroristas extranjeros es absolutamente una prioridad clave para la comunidad internacional», dijo en una conferencia de prensa la directora ejecutiva del comité, Michèle Coninsx.
El informe recuerda que el regreso de combatientes de conflictos extranjeros no es un fenómeno nuevo, pero reconoce que la situación actual es mucho más «compleja».
Aunque sólo algunos de los combatientes que vuelven a sus países terminan suponiendo una amenaza, los que lo hacen suelen estar involucrados en la creación y expansión de grupos terroristas y en ataques graves, según los expertos de la ONU.
Esta oleada de terroristas que vuelve de Siria e Irak, subrayó Coninsx, es más grande, más diversa y más global.
Según insistió, el problema seguirá siendo «significativo» a «largo plazo».
El informe apunta que, dada la efectividad limitada de los programas de rehabilitación y la juventud de muchos de los actuales terroristas extranjeros (incluyendo a niños adoctrinados por el EI en zonas de conflicto), es posible que el riesgo continúe durante años.
Según cálculos citados en el texto, al menos 30.000 personas de todo el mundo viajaron en los últimos años a Irak y Siria para unirse al Estado Islámico y otros grupos terroristas como Al Qaeda.

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