La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmó este jueves la teoría británica de que el veneno utilizado en el ataque al exagente Serguéi Skripal y su hija Yulia en la cuidad británica de Salisbury era de fabricación rusa.
El equipo de investigadores, especificó la OPAQ en un comunicado, «confirma las conclusiones del Reino Unido en relación a la identidad del químico tóxico que fue utilizado en Salisbury».
La OPAQ, que está llevando a cabo una investigación sobre el origen del veneno utilizado en ese ataque, perpetrado el pasado 4 de marzo, apoya con esta confirmación la teoría del Gobierno británico, quien además acusa directamente a las autoridades rusas del ataque.
Además, añade que el químico tóxico era de alta pureza o al menos tiene «ausencia casi completa de impurezas».
Tanto el nombre como la composición del químico tóxico identificado están contenidos en el «informe clasificado» que la OPAQ repartió a los Estados Partes, añade la nota.
Esta organización, que en ningún momento hace referencia directa a Rusia en el comunicado, detalló que su equipo de expertos se desplegó en el Reino Unido del 21 al 23 de marzo y pudo «recolectar muestras de sangre» de los afectados por el envenenamiento,
Asimismo, las muestras fueron enviadas al laboratorio de la OPAQ, localizado en la ciudad holandesa de Rijswijk, cerca de La Haya, para su análisis, aunque las muestras también fueron analizadas por otros laboratorios relacionados con la organización «con fines comparativos».
La hija de Skripal rompe su silencio
Yulia Skripal, que recibió el alta hospitalaria el pasado 9 de abril tras el ataque con un agente nervioso que sufrió junto a su padre en Salisbury (Inglaterra), aseguró en un comunicado que «nadie» puede hablar por ella o por su progenitor salvo ellos mismos.
La Policía Metropolitana de Londres publicó este jueves esta declaración en la que Yulia Skripal, de 33 años, manifestó que «por el momento» no desea hablar con los medios y pidió su «comprensión y paciencia» hasta que pueda aceptar su «situación actual».
La mujer y su padre, de 66 años, sufrieron un ataque el pasado 4 de marzo en Salisbury con un agente nervioso denominado Novichok, según el Gobierno británico orquestado por Rusia.
Mientras que el exespía continúa ingresado en un hospital de esa localidad inglesa, «gravemente enfermo», según informó su hija en el texto, ella recibió el alta médica esta semana aunque sigue «sufriendo los efectos del agente nervioso».
«Me encuentro con una vida completamente distinta a la ordinaria que dejé hace un mes y estoy tratando de asumir este panorama, al tiempo que me recupero», prosiguió Yulia.
También aclaró que las «opiniones» de su prima Viktoria, que ha dado diversa información sobre ellos a un medio ruso, no son las suyas ni las de su padre, y le pidió que no la visite ni trate de contactar con ella por ahora.
Moscú acusa a Londres de secuestro
Rusia denunció hoy que el Reino Unido podría haber «secuestrado» a Serguéi Skripal y a su hija Yulia, para obligarles a participar en una campaña de difamación contra Moscú.
«Existen todos los indicios de que se trata de un secuestro violento de ciudadanos rusos, o de su participación forzada y obligada en una puesta en escena» para acusar a Rusia de haber envenenado a los Skripal, dijo hoy en una rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
La portavoz puso en duda la autenticidad del comunicado difundido por las autoridades británicas, en el que la hija del exespía ruso también rechaza, aunque agradece, la ayuda ofrecida por el consulado ruso en Londres.
El comunicado, denunció la diplomática, «está redactado de una manera que confirma la declaración oficial de las autoridades británicas y excluye la posibilidad de cualquier contacto de Yulia con el mundo exterior».
«Rusia no aceptará ninguna conclusión sobre el ‘caso Skripal’ mientras no se garantice el acceso de expertos rusos a los materiales de la OPAQ y a toda la información real que tiene Londres sobre el incidente», zanjó Zajárova.