«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Putin advierte: 'Los responsables pagarán por sus delitos'

«¿Cómo permitieron adoptar semejantes decisiones sobre este edificio (el centro comercial)?», preguntó Putin.


El presidente de Rusia, Vladmímir Putin, prometió que todos los responsables del incendio del centro comercial en la ciudad siberiana de Kémerovo, donde murieron al menos 64 personas, serán castigados.
«No tengáis la menor duda: todos los culpables será castigados», prometió Putin -según recogen las agencias locales- durante una reunión con el alcalde de Kémerovo, Iliá Serediuk, y un grupo de 15 ciudadanos en el depósito de cadáveres al que habían sido trasladados los restos de las víctimas.
Aunque no estaba previsto, el mandatario accedió a reunirse con un grupo de ciudadanos en nombre de los centenares de manifestantes que se congregaron en la plaza de los Soviets de Kémerevo para demandar la destitución de las autoridades locales, a las que acusan de ocultar la magnitud de la tragedia.
En la reunión, Putin aseguró que no tiene sentido cuestionar la veracidad de las cifras oficiales de fallecidos y aconsejó no dar crédito a las informaciones que se difunden en las redes sociales.
«¿Cómo permitieron adoptar semejantes decisiones sobre este edificio (el centro comercial)?», preguntó Putin al alcalde en presencia del grupo de ciudadano.
Serediuk contestó que el inmueble fue entregado en 2014, cuando él mismo aún no había asumido como alcalde, aunque admitió que la última inspección a la que fue sometido el edificio se realizó en 2016.
«No se hicieron inspecciones durante dos años, pese a que hay garantizar la seguridad», espetó Putin.
A primera hora de la mañana, el presidente de Rusia depositó flores junto al centro comercial escenario de la tragedia.
Tras rendir homenaje a las víctimas del siniestro, Putin se reunió con el gobernador de la región de Kémerovo, Amán Tuléyev, y otras autoridades regionales y federales.
El presidente ruso conminó a prestar todo tipo de asistencia a los deudos de muertos y heridos en este siniestro, el más grave ocurrido en el país desde 2009, cuando 153 personas murieron en el incendio de un club nocturno en la ciudad de Perm.
La tragedia, cuyas causas aún no han podido ser determinadas, se produjo a media tarde del domingo, cuando el centro comercial «Zímnaya Vishnia» («Cereza de Invierno») se encontraba lleno de familias.
Según las primeras investigaciones, el fuego estalló en el cuarto y último piso del edificio, donde había un centro de juegos infantiles y dos salas de cine, cuyo techo se derrumbó.
En algunos vídeos grabados por testigos se pudo ver cómo algunas personas saltaban por las ventanas del centro comercial para huir de las llamas, mientras las fotografías del siniestro muestran restos calcinados y una enorme destrucción.
Las investigaciones han detectado numerosas irregularidades en el funcionamiento del centro comercial.
En el edificio no estaba conectada la alarma contra incendios y las salidas de emergencia de los cines estaban bloqueadas.
El Comité de Instrucción de Rusia anunció la detención de cinco personas, entre ellas el arrendatario del local donde se originó el fuego y la directora general de la sociedad fiduciaria administradora del centro comercial.

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