El actor estadounidense y activista contra el Partido Republicano, Robert De Niro, se ha mostrado una vez más contrario a las ideas de Donald Trump llegando a calificarle como «un monstruo» o un enfermo»: «Estoy cansado de insultarlo… Es realmente, genuinamente, una persona enferma«, ha asegurado en una entrevista con Stephanie Ruhle en el programa The 11th Hour de MSNBC.
Cuando Ruhle le preguntó si alguna vez interpretaría a Donald Trump en la pantalla, De Niro casi interrumpe la pregunta que tan rápidamente respondió: “Nunca. No hay nada en él, no hay nada redentor en él que pueda ver”, añadiendo adjetivos como «narcisista» o «matón estúpido«.
Además, De Niro expresó su preocupación por un posible regreso de Trump a la Casa Blanca, diciendo que no cree que la gente «entienda lo peligroso que será si alguna vez lo hace»: «Históricamente, por lo que veo, incluso en la Alemania nazi, estaban hartos de Hitler. No lo toman en serio. Parece un payaso. Actúa como un payaso. Mussolini. La misma cosa. Estos tipos, no sé por qué, parecen payasos«, dijo el neoyorkino ganador del Oscar.
«Mira lo que pasó con Francia, y con los nazis y demás… Cuando era niño, decía: ‘Hitler es una pesadilla que nunca sucederá». Pero ahora veo que es posible«, agregó de forma irónica el actor, ya que instantes después añadió que estaba cansado de insultar al expresidente.
Cuando se le preguntó si pensaba que la democracia estadounidense estaba en riesgo, el ganador del Oscar dijo que su preocupación era aún más básica: “Se trata del bien y del mal. El tipo es un monstruo. Está más que mal. Es casi como si quisiera hacer las cosas más horribles que se le ocurran para conseguir… ¿hacernos enojar? No sé qué es, pero da muchísimo miedo”.
No es la primera vez que compara al líder del régimen nazi con Donald Trump. En 2019, tres años después de la elección del republicano, volvió a hacer un alegato contundente: «Se rieron de Hitler. Todos parecen graciosos. Hitler tenía un aspecto gracioso, Mussolini tenía un aspecto gracioso y otros dictadores y déspotas tienen un aspecto gracioso», aseguró.
