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el cardenal Fernández pide fuerzas para que los sacerdotes venzan «la tentación de sentirnos dueños de la Iglesia»

El Vaticano publica un documento que prohíbe a los sacerdotes inventarse las fórmulas de los sacramentos

El Papa Francisco bautiza a un bebé en la Capilla Sixtina. Europa Press.

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe, liderado por el cardenal Víctor Manuel Fernández «Tucho», ha publicado un documento en el que prohíbe a los sacerdotes inventarse las fórmulas sacramentales. En el nuevo documento Gestis Verbis, el principal organismo vaticano denuncia el «caos» en que se ha convertido la liturgia y declara: «Los sacramentos, con sus fórmulas y gestos, no permiten demasiada creatividad. Por esta razón, en algunos casos nos hemos encontrado ante la invalidez de un bautismo y, en consecuencia, también de los demás sacramentos recibidos».

Durante la presentación del documento, monseñor Tucho ha explicado el cambio en las fórmulas sacramentales ha obligado en numerosos casos a «localizar a las personas implicadas en repetir el rito del bautismo o de la confirmación y un número importante de fieles ha expresado con razón su preocupación». Una preocupación compartida por fieles y obispos.

Según Gestis Verbis, no pocos prelados de la Iglesia «habían expresado al Vaticano su preocupación por la multiplicación de situaciones en las que se había constatado la nulidad de los sacramentos celebrados»: «Algunos han descubierto que no estaban bautizados, porque su párroco utilizó una fórmula incorrecta que lo hacían nulo».

El documento, firmado por el prefecto del Dicasterio y publicado con el visto bueno del Papa Francisco, explica que algunas fórmulas bautismales como «Yo os bautizo en el nombre del Creador…» o «En el nombre del padre y de la madre… os bautizamos» no son ilícitas y llevan a que el sacramento sea nulo. Precisamente por eso el cardenal Fernández ha explicado que ningún sacerdote tiene la posibilidad de «cambiar la forma celebrativa de un Sacramento por propia iniciativa».

El prefecto también ha explicado que «a los ministros se nos exige la fuerza para vencer la tentación de sentirnos dueños de la Iglesia» y que «los fieles tienen derecho, a su vez, a recibirlos como la Iglesia dispone». Una referencia a todos los sacerdotes que interpretan a su manera las fórmulas válidas para celebrar los sacramentos, a los que Fernández ha animado a «salvaguardar humildemente la unidad del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia en sus gestos más sagrados».

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