Una realidad, dos formas de afrontarla
Esta semana tendremos que hablar -y hablaremos- mucho de Cataluña. Una semana clave para los separatistas, que debiera ser también clave para el gobierno de Mariano Rajoy (pero eso está todavía por confirmar). Hablaremos, decíamos, mucho de Cataluña, pero nos permitirán que hoy dediquemos esta carta a otra cuestión.
Abrimos este lunes nuestra portada con un tema que firma Arturo García y que resume a la perfección la situación a la que se enfrenta el Viejo Continente: “Lo de Barcelona volverá a pasar”, decía en una entrevista al diario El Mundo el coordinador antiterrorista de la UE. Tras admitir que es “imposible” controlar a los radicales, viene a entonar el mismo discurso que en su día abanderara el alcalde de Londres. Algo así como un ‘hay que acostumbrarse a que nos maten’. Vayamos ahora unos días atrás, cuando el jefe del Equipo Cobra de Reino Unido, Richard Kemp, concedía una entrevista a La Gaceta y reconocía el mismo problema que el coordinador de la UE: Hay 23.000 radicales en Reino Unido, decía. Pero ofrecía una solución algo distinta: “Hay que comenzar las deportaciones administrativas” ante la incapacidad de controlar las células terroristas. Ahí lo tienen. Un mismo problema -el del yihadismo radical- y dos reacciones bien distintas. Rendirse o actuar. Con algo de sentido común -con algo- estaría clara la elección. Pero parece que el sentido común se ha convertido en el menos común de los sentidos de los dirigentes europeos.
El Paro y Cataluña
Comenzamos así un lunes movidito, con la difusión de los datos de paro – aumento de 46.400 personas en el mes de agosto – y una nueva rueda de prensa del separatismo catalán: Puigdemont y Junqueras presentan la culminación de la Agencia Tributaria de Cataluña que, por si no lo sabían, asume desde el 1 de septiembre la gestión plena de los impuestos cedidos. Como decíamos, es pronto para confirmar que en Moncloa lo sepan.
