El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha asegurado este martes que «más» que las próximas elecciones regionales pautadas por el chavismo en Venezuela, son las inminentes presidenciales de este domingo en Nicaragua.
La declaración surge en medio de un clima en el que, a pesar de las apariencias y de que sectores de la oposición han decidido presentar candidaturas en Venezuela, la elección de la nación caribeña dista mucho de tener un ambiente de transparencia que pueda contar con el aval de la UE.
De allí que, como ocurre con las que ha convocado Ortega en Nicaragua, haya rasgos comunes: intervención de partidos políticos, candidatos inhabilitados, presos y exiliados, uso de las fuerzas represivas del Estado para favorecer al oficialismo, espionaje a la disidencia, cerco a la prensa libre, etc.
«Más me preocupa Nicaragua, que las elecciones son una completa farsa», ha dicho Borrell, que ya libró de sanciones directas al tirano Daniel Ortega.
Así, ha asegurado que la Unión Europea no mandará a Nicaragua observadores electorales, puesto que el «señor» presidente, Daniel Ortega, «ya se encargó de encarcelar a todos los opositores políticos que se presentaban a las elecciones». «No podemos esperar que este proceso arroje un resultado legítimo que podamos considerar, sino todo lo contrario», ha dicho Borrell.
Cerca de 4,5 millones de nicaragüenses acuden este domingo 7 de noviembre a votar en unas presidenciales sin legitimidad después del clima de represión política que se ha vivido en el país en los últimos meses, con una treintena de líderes opositores, empresarios y periodistas encarcelados.