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EL SANDINISMO ‘DISIDENTE’ PRETENDE IMPONER SU AGENDA Y LOGRAR LA MAYOR CANTIDAD DE DIPUTACIONES EN UNA ALIANZA OPOSITORA

Ciudadanos por la Libertad: la alternativa de derecha que resiste a los embates del sandinismo ‘disidente’ en Nicaragua

Foto: EuropaPress y Captura
Foto: EuropaPress y Captura

Pese a que el régimen sandinista ha asesinado a 15 de sus militantes, el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) ha sido acusado por sus adversarios –en la oposición– de estar vinculado al régimen porque logró la personería jurídica.

Hoy los sandinistas disidentes necesitan un partido que les permita participar en las elecciones y lograr una cuota importante de diputaciones, pero CxL sostiene que la selección no será con base en “reparticiones”.

La presidenta de Ciudadanos por la Libertad (CxL), Carmella Rogers Amburn de Monterrey, dijo que el criterio que prevalecerá para la selección de candidaturas a diputaciones será con base en integridad, principios y según el peso real de cada organización y no con criterio de “repartición”.

El propósito, explicó, es contar con una bancada “cohesionada” y “capaz” de impulsar las transformaciones que requiere el país para la restauración de la democracia.

Nicaragua irá a comicios presidenciales el próximo 7 de noviembre, aunque CxL asegura que su participación dependerá de las reformas electorales solicitadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) al régimen sandinista de Daniel Ortega.

“Desde el momento que decidimos renunciar al derecho de postular a un miembro del partido para candidato presidencial, estuvimos claros que era indispensable crear una gran alianza opositora, y eso incluye abrir el partido para candidaturas a diputados de otras fuerzas políticas y sociales. Sin embargo, no podemos correr el riesgo de que nos pase igual que en las elecciones en que ganó doña Violeta, cuando al día siguiente [de asumir la presidencia] la Asamblea Nacional se dividió y la mayoría de los diputados electos bajo la bandera de la UNO [Unión Nacional Opositora] se convirtieron en enemigos del nuevo gobierno”, dijo la dirigente popularmente conocida como Kitty Monterrey.

Pugnas y vilipendios por diputaciones

En medio de la crisis y la represión del régimen de Daniel Ortega, la oposición se encuentra dividida. Detrás de esa división existe el interés del sandinismo disidente de ahogar a las voces de ideología conservadora para llegar al poder tras una eventual salida de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Grupos exaliados de Ortega vinculados a organizaciones no gubernamentales alineadas ideológicamente al Movimiento Renovador Sandinista (MRS) ahora llamado “Unamos”, cuyos fundadores son señalados de corresponsabilidad de crímenes durante la primera dictadura sandinista y de beneficiarse de La Piñata [legalización de robo de propiedades], persiguen obtener una considerable representación en diputaciones en una alianza y acusan a Monterrey de bloquear la “unidad” opositora.

“En Nicaragua hay miles de personas que fueron sandinistas sin ser nunca marxistas o de izquierda, y esas personas al igual que nosotros, esperan que logremos transitar hacia un país en democracia y libertad. Sin embargo, los grupos de izquierda que hoy se encuentran en la UNAB y por tanto en la Coalición [Nacional], pretenden renovar o rescatar el sandinismo e imponer sus agendas”, apuntó Monterrey.

“Esta campaña proviene del mismo sector de la izquierda, del MRS y otros grupos que hasta hace muy poco tiempo fueron aliados del FSLN, tratan de descalificarnos. Este no es un país de izquierda y no tienen base que los sostenga. Se han visto obligados a reconocer la realidad de que CxL es la única casilla viable, porque contamos con organización real y principios políticos claros. Pero la razón de sus constantes ataques en contra nuestra es para tratar de forzar a una negociación que les otorgue gratuitamente una alta cuota de diputaciones, y eso sería igual a entregarle no sólo el partido sino el país, a una izquierda disfrazada de ‘progresistas’ que tanto daño están ocasionando en toda América Latina”, acotó la presidenta de CxL.

“Me atrevo a asegurar que los nicaragüenses somos de centro derecha hasta en un 80% de la población y no es honesto que estos grupos minoritarios traten de venderse como la oposición legítima, cuando es al revés, esta minoría de izquierda es la que ha tratado de dividir y la que ha impedido que se forme la unidad tan ansiada por todos”, denunció Monterrey.

La precandidata presidencial Cristiana Chamorro se sumó a las presiones hacia CxL. Dijo estar convencida de que la falta de unidad se debe a “que no se ha acordado una metodología transparente” y pidió que den a conocer el proceso de inscripción de candidatos a diputados.

Al consultarle a la presidenta de CxL si existe una posibilidad de alianza con el MRS o Unamos, afirmó que esa agrupación “no es un partido político, es un movimiento político que puede solicitar su reincorporación a la Alianza Cívica, que es nuestra contraparte en la Alianza Ciudadana como representante de la sociedad civil. Es allí donde se deben determinar los pesos específicos de sus sectores”.

La representación del MRS y sus ONGs aliadas abandonaron la Alianza Cívica, que actualmente integra la Alianza Ciudadana que promueve CxL. Pese a que los militantes de “Unamos” acusan a Monterrey de división, Suyen Barahona, presidenta de ese movimiento, descartó unirse a la Alianza Ciudadana el pasado 15 de enero, cuando el movimiento oficializó el cambio de nombre.

Pocos recursos

En los medios de comunicación no alineados al régimen se observa poca presencia de CxL. Las agrupaciones más visibles son las que están vinculadas a la UNAB, Coalición Nacional y Unamos. La mayoría de los medios críticos de la dictadura de Ortega están vinculados a la organización “Voces en Libertad” que fundó la comunicadora Berta Valle, esposa del precandidato de la UNAB, Félix Maradiaga, en los que se observa mayor cobertura a agrupaciones de izquierda y al candidato de la UNAB.

La organización fue creada con el objetivo de mantener a los periodistas que salieron al exilio por causa de la represión. Es financiada con fondos externos.

Mientras la dictadura de Ortega tiene la mayor cantidad de medios de comunicación, Monterrey sostiene que CxL no posee recursos para crear plataformas alternativas.

“Debo admitir que mientras nosotros le dedicábamos tiempo a fortalecer nuestra organización sin recursos, la izquierda que siempre ha recibido fondos a través de sus ONGs se ha sabido colocar mediáticamente. Y no es percepción, está más que claro cómo la izquierda va penetrando en muchos países de la región, y cuando el pueblo se da cuenta ya es demasiado tarde. Sería una gran ironía que lográramos salir de Ortega sólo para quedar en manos de un gobierno socialista”, agregó Monterrey.

Tras la derrota electoral del primer régimen sandinista los líderes de ese partido, parte de ellos en la disidencia, crearon ONGs.

“Ciudadanos por la Libertad nunca ha contado con muchos recursos económicos, aparte de algunas donaciones pequeñas. El Partido se formó y se mantiene con el esfuerzo y la colaboración de sus miembros.  Y aunque ha sido un camino difícil, eso nos ha permitido mantener independencia y hoy poder expresar nuestros criterios con una claridad a la que muchos no se atreven”, afirmó Monterrey. 

Los afines a la izquierda califican a CxL de ser un partido político de “ultraderecha”.

“Somos un partido liberal, de centro derecha, no somos ultra de nada, simplemente somos liberales con un gran respeto a las enseñanzas cristianas, igual que la gran mayoría de los nicaragüenses, y creemos firmemente en el valor de la familia como base fundamental de una sociedad”, afirma Monterrey.

Legado

En un país que ha sufrido tres dictaduras en menos de un siglo, Monterrey dice que el proyecto de CxL es a largo plazo. El propósito es crear el legado de un partido que trascienda lo electoral y que “pueda ser una institución democrática que ayude a formar nuevas generaciones en valores cívicos y morales, para que en Nicaragua nunca más tengamos que vivir bajo una dictadura”, subrayó.

Pese al ataque, CxL es considerado una casilla “clave” para las elecciones de noviembre para enfrentar al dictador Daniel Ortega . “Sentiré satisfacción cuando seamos la plataforma electoral de la unidad opositora que derrote a Ortega, ya que ese ha sido nuestro objetivo principal desde que fundamos Ciudadanos por la Libertad”.

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